domingo, 17 de mayo de 2009

Abortos, pildoras y sus regulaciones.

El estudio de la filosofía del derecho dice que el Derecho no es sólo la norma, sino que también cuenta con una parte de valor y otra de realidad. Avanzando sobre esto, y centrandonos en la parte que consta de realidad o experiencia, hay que decir que para que una ley sea consideradamente realmente como tal no sólo tiene que estar bien promulgada ni abordada desde una perspectiva justa, también tiene que funcionar. No hace falta ni ser pedante ni filósofo para llevar esa misma reflexión al tema de las reformas del aborto y la píldora del día después, que tanto revuelo están causando y que el gobierno ha tenido que cambiar porque, sencillamente, funcionaban como el puto culo.

Sobre la píldora el asunto era sencillo: nadie se tomaba enserio la ley. Las chicas menores iban a las consultas y a la primera alusión de informar a sus padres como exige se cerraban en banda y amenazaban con marcharse. Comprensiblemente, preferían asumir el riesgo antes que enfrentarse a sus padres (las que no temían a sus padres sencillamente iban con ellos y no son relevantes ahora)
Por consiguiente ningún médico obedecía la ley pues a ver quien es el listo que manda a una niña de 16 años a la calle sabiendo que por tu culpa puede quedarse embarazada. Así que lo único que se ha eliminado es una espera inútil que sólo hacía la vida más difícil a las parejas y a los médicos.

El asunto del aborto es todavía más falso que el de la píldora, aunque solo sea por que sus consecuencias son más graves. Era una vergüenza que estuviese penalizado y sin plazos, porque TODAS (anda que ser tan mal escritos como para tener que acentuar la palabra en mayúsculas para que se note...) podían abortar alegando riesgo psicológico. ¿Qué sentido tiene penarlo y poner una clausula que lo despenaliza en todos los supuestos? Ahora al menos, desde el punto de vista más crítico, sabes que es asegurado que al no nacido no le dará tiempo a sufrir.

Y lo que vengo a decir con todo esto es que hay que tener siempre presente que una cosa es estar en desacuerdo con una ley y otra muy distinta es obstaculizar que esa ley se desarrolle conforme con la intención en la que se hizo. Y por eso mismo me alegro de esas dos reformas, porque aunque este de acuerdo o no con su contenido, mi parte jurista me dice que esta bien que funcionen correctamente. Que para eso las hicieron.

3 comentarios:

  1. Y el de tus comentaristas para cuando? Hare una ley que te prohiba escribir sobre lo que escribes y que solo puedas hacerlo con el permiso de pedobear, el cual esta penalizado por todas las leyes del mundo a que su voz no valga nada si no es con gente mayor de 19 años. Así que... antes de tus 20 espero ver tu articulo porque no vas a poder escribir sobre otra cosa... muajaja

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  2. También de acuerdo contigo. Si algo debe entender el que está en el mundo del Derecho (que no es lo mismo que querer entender) es que el Derecho no es moral. No puede hacer de moral, por mucho que se quiera. La moral se hace en las escuelas, enseñando a los niños una buena educación sexual y no tanto tema tabú como le gusta a los conservadores. Y a esto quiero llegar, este tema, como casi todos, se politiza, y eso es lo que más odio de la política.

    ¿Cuántas mujeres han muerto en una clínica clandestina por culpa de un aborto mal practicado? Muchas. ¿Cuántas mujeres pierden su vida y se unen a las personas amargadas de este mundo? Casi todas las que tienen el embarazo no deseado.

    Pero claro, hay que hacer debate de todo lo que diga el Gobierno. La actual oposión tiene un lema: "¿De qué se trata? Que me opongo." Para intentar recaudar más votos (que curiosamente no lo consiguen, como mucho consiguen que los otros reciban menos).

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"La sorpresa es un factor importante en los regalos."