martes, 23 de diciembre de 2008

La vida: un suspiro.

Convertido en el gato de su relación, Ank, Mireia y yo vemos una película en el hotel donde han decidido hospedarse para pasar el fin de semana. Yo abrazo a Ank y ella abraza a su novia, todos nos queremos y nos mimamos un poco. La película, interesante, esta haciendo que todavía no salgamos de fiesta. Pero tampoco pasa nada, se esta a gusto así.

No obstante, en un momento, la película pierde parte de su sentido y mi mirada pasa a centrarse en la mejilla de Ank: una chica bajita, muy guapa, con una gran capacidad para el sarcasmo hiriente (muy hiriente); que hace teatro y, en general, convierte tu vida en algo un poco mas divertido. Ella perdió hace tiempo a alguien que hacia mucho más que dar alegría a su vida; y casi la perdemos nosotros a ella por eso.

Mis dedos pasan sus yemas por su cara, sorprendidos de notar a ese cuerpo calido y suave. Es abrumadora la cantidad de veces que rozamos a un ser querido y no nos sorprendemos por ello. Hace que me sienta mal por no apreciar todas las veces que he acariciado sin darle importancia al hecho de que esa piel este ahí para que la pueda tocar y sentir. Porque esta chica, esta chica que ha viajado 600 km para verme, podía perfectamente no haber estado aquí para que la toque. En vez de estar conmigo en el hotel; podía estar muerta, igual que todos vosotros, por cualquier motivo trivial y estupido (ya que la hija de puta de la señora muerte ni siquiera pide una razón de peso para dejarte morir)

Mis manos terminan por pellizcar suavemente su nariz mientras ya mis ojos vuelven a la película, Ank me responde con una sonrisa y con una mueca de esas que dicen “quita, quita, que estoy viendo la película” Seguramente no será consciente de la magna reflexión sobre la vida y la muerte que me ha provocado acariciarla. Que realmente lleva provocándome desde que la conocí.

¿Por qué somos incapaces de apreciar lo efímero de la vida? Ank no es la persona más importante de mi vida, pero es ella la que me inspira fuerza y la que me hace sorprenderme sólo por escucharla. Y se que es porque he estado apunto de perderla varias veces. ¿Tenemos que esperar a qué alguien este apunto de irse para tenerle en verdadera importancia?

Aun cuando ya ando perdiéndome bastante rato de la película (bla… es El Señor de los Anillos, no es que no me sepa el argumento) Repaso los rostros de toda la gente que me importa y me doy cuenta de que tampoco me cuesta mucho sorprenderme y dar las gracias porque sigan a mi lado, por poder tocarles también a ellos. Eso me gusta. Me gusta poder apreciar lo magnifico de mi existencia, porque creo que hay gente que no puede.

Y como no vaya a ser que al final el colisionador de hadrones colapse el universo sin que no le haya dado otro achuchón a Ank. Dejo de pensar y me acurruco entre su pelo. Lo dicho, soy el gato de su relación.

lunes, 8 de diciembre de 2008

El gran test de Rorschach llamado Tierra.

Tengo a la pobre Shirake un poco angustiada: algunas veces con la expresión delatadamente torcida de las personas que descubren que alguien querido no opina como ellos, y que, obviamente, no desean contrariarle ni entrar en discusiones estupidas e innecesarias; así que sonríen y dejan pasar el tema. Otras veces, la mantengo encendida entre risas y cafés (por supuesto Shirake, las multinacionales no tienen nada que ver con la corrupción en los países…)

Me gusta discutir con esta chica; pena que todavía no me haya cogido el truco. Cualquier persona que me conozca más de dos años podrá decir, y dirá, ante cualquier opinión mía, que hace seis meses opine justo lo contrario por lo que estoy pecando de hipócrita. Arares y Persefone han convertido en esto todo un arte. Y aciertan los jodidos.

Pero tengo una excusa para la actitud tan dispar que adopto en mis razonamientos. Algo que transciende del hecho de que soy lo más parecido a una veleta hecha raciocinio. Algo por lo que Shirake me pregunta que pienso de verdad, o por lo que Frala me espeta que sólo contradigo por contradecir (Pongamos retórica; pongamos tocar los huevos); algo por lo que yo contesto normalmente con una sonrisa.

¿Sabéis de la novela gráfica llamada Watchmen? En ella hay un personaje llamado Rorschach (¡el puto amo! ¡el puto amo!) Un hombre, digamos peculiar, al que intentan analizar con la prueba que lleva su nombre. Al ver la lámina, primero señala que ve una mariposa. La segunda vez, afirma que lo que ve es un perro con la cabeza partida en dos. Y a la tercera, que es la buena, confiesa que en realidad sólo ve una mancha. Y eso, y no que vea perros partidos por ahí, es lo que hace que de miedo.

La realidad es una mancha. Una muy gorda. Y nos gusta mirarla, o mirarnos en ella, e intentar sacarle un significado: estudiar, penar, razonar… sobre esa mancha para crear sistemas de valores, religiones, ideologías etcétera. Pero, hagamos lo que hagamos, seguirá siendo sólo un borrón sin ningún sentido. ¿Podemos afirmar qué el comunismo es bueno? ¿Qué lo es el Capitalismo? ¿Qué religión es la correcta? ¿Cómo se consigue la felicidad? ¿Por qué África llora sangre?

Podemos y lo hacemos, porque vemos dibujitos en la mancha. Pero no podemos llevarnos a engaños, sigue siendo sólo una simple mancha. Y no hay manera de saber realmente lo que significa, porque no tiene significado. Así que no tiene mucho sentido posicionarse ¿no?

Así que, querida Shirake: el cristianismo es vital es la educación de nuestros jóvenes, Nietzsche se radicalizó demasiado y acabo errando como todos los demás, las ya citadas empresas multinacionales no fomentan la corrupción… Y que te espero cuando quieras si eres tu la que invitas al café. (Pongamos retórica, pongamos tocar los cojones.)

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Algo bonito mujer?... Alhambra.

“Todas las ciudades tienen su encanto. Granada el suyo y el de todas las demás.”
Antonio Machado.

“Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”
Francisco Alarcón.

“Por el agua de Granada, sólo reman los suspiros”
Federico García Lorca.

Y voy a hablar de Granada. Primero, dándole las gracias a Teresa por haberme llevado. A la señora Shirake por incitarme a hacerlo. A todas las personas que me van a acompañar en segundas, terceras e incontables visitas. Y sobre todo a los que van a leer este texto sabiendo que de crítico tendrá poco. Perdónenme el deseo de escribir para elogiar por elogiar. Granada se lo merece, así de sencillo.

La ciudad forma parte estrella de la belleza de España y parece más bien un lugar de acogida para cierto tipo de juventud. Es de paso obligado para quien sepa admirar la comida simple, buena y barata, el encanto de la historia y cultura cristiana, judía y árabe, la afabilidad de sus gentes y, porque no, el acento brusco y seductor (a mi entender) del que gozan sus gentes.

Allí, las tapas son una forma de vida. “Si quieres comer bien ve al norte. Si quieres beber y comer en cantidades obscenas… a Granada” Gozando de la mocedad como la gozo, la opción granadina obviamente me llena de felicidad. Y si no me tomé diez tapas regadas con ocho tintos y dos cervecitas, no me tome ninguna. Sin olvidar un té con un creep con chocolate y almendras, una forma distinta del famoso kebab y un bocadillo de un tamaño tan colosalmente grande y de un coste tan jodidamente ínfimo que debería estar prohibido por dos de cada tres religiones actuales. Granada sabe rica.

Luego esta el Albaycin, el barrio árabe para occidentales. Una sucesión de tiendas, bazares, puestos, magia, teterías y mucho consumismo. La sucesión de comercios, ascendiendo por barrios del casco antiguo, ofrecen una gran variedad de productos, la mayoría de índole árabe-hippiesco, donde podemos encontrar los productos bastante mas baratos que en otras ciudades y bueno, ya sabéis, con ese toque de autenticidad que hace que todo lo que compres sea mas especial sólo porque sale de ahí (el ambiente es el ambiente).

He mencionado las teterías, matizo, me refiero a establecimientos que realmente son teterías. Donde hay una estética realmente árabe, donde se ofrecen unos precios realmente coherentes y donde, dios mío casi no me lo creo, el té realmente sabe a té. ¡No ha descafeinado del Consumer!

Por terminar: dos cosas que hay que hacer si o si. Ir a la Alhambra (cosa que todavía no he hecho porque la gente tiene esa irritante manía de querer hacer las cosas que quiero hacer yo, malditos borregos) Y subir al mirador de la ciudad cuando es de noche, disfrutando de las calles cerradas de aspecto y origen medieval, como fantaseando que estamos en los siglos de Alatriste y en el próximo recoveco oscuro vamos a batirnos por nuestra vida en duelo de espadas y navajas, para acabar mirando las estrellas y la citada Alhambra de fondo, entre un mar de lucecitas inocentes formadas por las farolas y ventanas de esa gran ciudad.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿La particula de/es Dios?

Cerca de Ginebra, en la frontera franco-suiza, se encuentra el Gran Colisionador de Hadrones. El aparato, que ha costado más de 2000 millones de euros, se ha creado para examinar la validez y límites del Modelo Estándar, el marco teórico de la física de partículas. Un marco con bastantes lagunas, tantas que quizás haya más alegrías que penas si al final revele que el Modelo Estándar no se puede probar.

Entre las muchas cosas que el Colisionador puede encontrar es el llamado Bosón de Higgs, que demostraría la existencia de un campo nuevo que llena el Universo al completo. Lo que quiere decir que ni siquiera importaría que haya masa o no, pues ni siquiera el vacío absoluto estaría libre de dicho campo.

Estamos hablando de “algo” que llena todo el universo, que siempre lo ha llenado, que forma parte de su creación, de su estructura y de un gran etc. No es de extrañar que ese Bosón sea llamado cariñosamente “la partícula de Dios” y de que se este dispuesto a pagar tanto dinero sólo por la posibilidad probar la teoría.

¿Y qué pasaría si se descubriese? ¿Dónde quedaría Dios entonces? Pues nos encontramos ante la idea de que la explicación del universo sin la presencia de un ser divino se compruebe, quizás vagamente, pero se compruebe. De que ya no haga falta nadie que se cree así mismo para crear después el universo, pues ya hay algo desde el principio dispuesto a crearlo. Y si argumentamos que eso es Dios ¿Podríamos soportar que Dios fuese sólo eso? ¿Un campo electromagnético sin conciencia ninguna?

Como ya hicieron hace tiempo los eruditos al señalar al mar y exclamar: “¿Una ruta en esa dirección hacia las Indias? ¡De ese mar no hallaremos nada bueno! ¡Solo fuego, bestias marinas y al final, en el triste final, una gran cascada que nos atrapara, en caída libre hacia nuestra muerte, en el fin de la tierra!” Yo exclamo “¿De verdad sería bueno para la humanidad saber que Dios no existe? “

Quizás este colisionador no funcione, no sirva para nada. Pero no importara, pues ya los científicos se muestran ansiosos por comprobar que no lo hace, solo para trabajar en nuevas teorías que demuestren lo que siempre han querido demostrar: que en el universo sólo existe la ciencia. No hay magia. No hay Dios.

¿Y qué pasara con nosotros entonces? Si llegamos a entender que no existe un mas allá, que no habrá felicidad para las personas buenas, ni castigo para las malas, que las personas que sufrieron no descansaran ni serán compensadas. Qué seis mil millones de judíos murieron por nada, y que de sus vidas de sufrimiento y miedo, sólo quedan unas pocas cenizas. ¿Qué pasara cuando nuestra vida, científicamente, no tenga más sentido que la roca más insignificante del mundo mas muerto?

Y estas son preguntas demasiado grandes como para hablarlas en un blog tan modesto. Ni siquiera se podrían abarcar correctamente en tardes y tardes en una cafetería (aunque no desestimare el intento si alguien lo ofrece). Tan grandes son, que he intentado colar un chiste en varios sitios, pero ante la evidencia, ante el terror de tales suposiciones, he tenido que quitarlos. Lo siento Shirake.


Fe en las ratas: Fueron "solo" seis millones de judios.

jueves, 20 de noviembre de 2008

No, señora. No soy violento.

A veces te toca con el chico-no-controla. Por H o por B aparece un muchacho (utilizo la mayúscula porque, aunque pese, la presencia femenina es estadísticamente nula) que no sabe o no quiere controlar su fuerza entrenando. Normalmente esa cualidad va acompañada de una respiración de elefante, cual tenista desenfrenado, y una nulidad completa en la técnica, así que no suele pasar nada. Excepto, claro, que es un autentico coñazo aguantarle.

Su presencia no suele pasar desapercibida por el profesor o por algún veterano, que ante su insistencia por demostrar lo bien que podría sacarnos la cabeza se ve obligado a recordarle que un golpe sin fuerza pero dado en el momento adecuado, vale mas. Y que a ninguno nos gustaría terminar K.O en un entrenamiento. Supongo que las ganas de un entrenamiento fuertísimo se nos quitan cuando un golpe suave nos deja sin respirar ¿verdad?

Cuando pasa esto, aparte de la extensión de una sonrisa cómplice entre quien sabe, se gana una reacción del citado muchacho: o se enfada, montándola y tardando tres días en no volver por la clase jamás, o lo comprende y se avergüenza.

En los deportes de contacto no buscamos hacernos daño. Y quien, entrenando, termina por aprender esa máxima, cuando sale al mundo exterior suele ser una persona calmada, fría, que calibra bien y que normalmente no busca problemas.

Pero para determinadas personas eso es una realidad que es mejor no captar, será que no vende. Y últimamente vuelven a relacionar los deportes de contacto con la violencia, diciendo que la profesión de portero de discoteca se nutre de gente violenta y sin escrúpulos: provenientes de mafias, bandas de Europa del Este y luchadores de deportes de contacto. Este agravio se toma ya como algo común.

Y mientras nos difaman entro en mi clase de Jiu Jitsu Brasileño, he llegado tarde, me toca ir uno a uno a todos los compañeros y saludarlos dándoles la mano, no me molesta. Cuando termina la hora, nos volvemos a saludar todos entre todos. Sonrisas y respeto.

Podría ser peor, hace un par de años dijeron que todos en las Artes Marciales Mixtas éramos skinhead.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Qué paso con eso que llamamos motivación?

Después de dos horas de entrenamiento, Kick Boxing seguido de Brazilian Jiu Jitsu, me encuentro en la ducha. Las clases han sigo magnificas, he trabajado bien, en la primera físico y en la segunda técnica. Mi gimnasio es barato y me brinda la excusa para dar un paseo en moto, cosa que me encanta. Me pregunto porque me he pasado un mes sin venir.

Mientras el agua cae recuerdo una frase de un célebre luchador “si piensas demasiado una cosa, no la harás nunca”. Y pienso que esa es la maldición de mi generación: pensamos en hacer tantas cosas, que si apuntarse al gimnasio, que si aprender ingles, que si estudiar desde ya, que si leer más, que si… que al final no hacemos absolutamente nada. Nos dedicamos a imaginarnos a nosotros mismos terminando mil y un proyectos; que tristemente quedan rebajados al cajón de sastre del “mañana mismo…”

Supongo que ese deseo improductivo que nos acecha es reflejo de la sociedad consumista en la que vivimos. Esta nos ofrece tanto que hacer que ya no solo no valoramos lo que hacemos, si no que además nos vemos obligados a desistir sucesivamente de un proyecto detrás de otro para no perder el tiempo en antiguas formas de ocio: un año toca alpinismo, al otro tiro con arco, futbol al siguiente, el inicio de un idioma después…

Todos poco a poco, vamos apilando cadáveres. Los podridos cuerpos de las actividades, frescas y sanas, que iniciamos pero que después abandonamos a la intemperie, pasto de los buitres carroñeros del olvido, que no perdonan ni una. Y después nos sorprende ver, cuando volvemos la vista del camino emprendido, toda esa galería de huesos de los que ya no queda nada. De los que ya no podemos rescatar nada. Tiempo perdido.

Ya me termino de secar con la toalla, bastante áspera, pues todavía en el tiempo que llevo sólo termino de entender el concepto de suavizante. Concluyo que la única manera de evitar esa tragedia es haciendo caso al célebre luchador, que para eso fue célebre, y evitar pensar las cosas en exceso. Tomar la determinación de hacer algo, y hacerlo. Olvidarse de todas las promesas futuras (que a todos nos encantaría hablar tres idiomas y ser la ostia tirando con la carabina… pero oyes) y centrarse en lo que te aporta algo, o en lo que te hace feliz, o quizás incluso en lo que logra las dos cosas a la vez. Aprovechar el tiempo.

Miro hacia atrás, y veo en el camino más cercano (el lejano mejor no mirarlo) los pobres cadáveres de intenciones tan nobles como la magia, la música y la lengua catalana. Me planteo que quizás pueda revivirlos, pues su cuerpo sigue siendo rosado y no se ha dejado llenar de gusanos a un. Pero se que probare antes con el tiro con arco, porque no puedo evitar ser parte de lo que critico.

Me queda el consuelo de que mis deportes de contacto, mis artes marciales, no me han abandonado todavía. Algo de tiempo aprovechado al menos. Es mucho más de lo que tienen algunos.


Inciso: Artículo dedicado íntegramente a Dony. Por hacerlo posible.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Racismo owned.

“La invasión de la inmigración esta mas que clara. Clarísima. Dentro de diez años habrá más hispanos que norteamericanos en EE.UU. Se pronostica que el color, el pelo y los ojos negros harán desaparecer a los rasgos arios de los caucásicos; además, las tasas de inmigración tan elevadas junto a la alta natalidad de los inmigrantes, sin hablar del carácter agresivo de sus culturas y religión, harán que los inmigrantes se impongan a los nativos.

Están organizados y cada vez son más. El carácter degenerativo de la democracia hará que terminen eligiendo a sus propios líderes, que por supuesto, les pondrán a ellos por encima de nosotros. Al final en cada país europeo no quedaran nada más que miles de etnias que dominaran a la escasa población que originalmente era autóctona. Esto es una guerra de culturas gente, y la estamos perdiendo.”

Bien. A todas las personas que estamos, perdón pero necesito decirlo así, los mismísimos cojones del puto y cargante, además de terriblemente falaz, tema de la perdida de la nación a manos de los inmigrantes y me-cago-en-todo-patada-en-la-boca-os-daba-desgraciaos la victoria de Obama en los EE.UU. ha sido toda una bendición.

Ya esta, ya hay un negro gobernando uno país anglosajón, ario, blanco, cristiano y bla bla bla. ¿Dónde esta el Apocalipsis? ¿El aparheid hacia los blancos? Obama será un presidente como otra cualquiera, como son todos los presidentes del mundo en el que vivimos, luchara y joderá a sus votantes dependiendo de sus intereses. Y ya esta. Punto. A lo sumo fomentara, que seguro que no impondrá, una sociedad más igualitaria. Que supongo que para los desgraciados de arriba eso ya les supondrá suficiente desgracia.

Ese EE.UU. que siempre hemos considera el enemigo, el país más capitalista-malo, el más fascista y el más dañino para la sociedad, nos acaba de dar (más o menos como siempre) una lección de humildad. Han vuelto a revolucionar al mundo, han demostrado que el color en un presidente (y por ende en la nación) no existe, que uno blanco gobernara para todos, o para ninguno, y un negro también. Que solo existe cuatro tipos de personas: ricos, pobres, malos y buenos. Que lo de mas sobra, y sobra mucho.

Ahora solo falta que el mundo lo vea con el tiempo. Suerte Obama y suerte con tu billón de dólares de deuda.

Posdata: Jodete Bush. Pero mucho.






Pero mucho.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Es que levantarse antes de las doce...

Las manifestaciones necesitan de universitarios. Y los universitarios necesitan de manifestaciones. O al menos según el estereotipo. Demos gracias al gobierno para seguir dando motivos para hacerlas, que sería desgracia perderse organizar una manifestación efímera pero con grandes cantidades de esperanzas, a juego con banderas republicanas puestas de forma gratuita y eslóganes con rimas de matices gongorinos.

Bolonia es un plan europeo, que no comentare aquí, con sus aspectos buenos y malos. Nos toca quejarnos sobre los malos (esa subida de mil euros en el master…) Aunque me temo que ese uso del “nos” suena demasiado a los estudiantes como concepto amplio. Nos vamos a conformar con algo mas intimo.

Con 40.000 estudiantes en esta región, se espera que la manifestación llegue a unos 2.000. Hasta el estudiante más puro de letras sabrá obtener, en una simple operación matemática, el resultado: demasiado se tendrán que esforzar los asistentes para conseguir algo. Bolonia no interesa entre los colegiales.

Consolaría pensar que si hay tan poco interés, es porque la gente esta a favor. La realidad es menos halagüeña. Sencillamente la gente permanece ignorante. Nadie, y un servidor poco, saben nada sobre Bolonia. Un ejemplo, en mi itinerario (derecho conjunto con ADE) nadie (sin exagerar, dato objetivo) ha informado, por supuesto, nadie se pregunto nada previamente. Tanto “nada” y “nadie” me van a hacer pensar que estoy escribiendo otra artículo sobre como la juventud cada vez esta menos motivada y el poco futuro reivindicativo que nos espera (ultima frase traducida en un “nos van a joder sistemáticamente y, encima, fácilmente”) Aunque espero que no sea nada de eso, que sería ya cansino.

Solo escribo para que Mónica lea.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Volvemos.

La cocina esta limpia, que le faltan de sacar los platos, pero eso ya no es asunto mío, la imposición de turnos de limpieza tranquiliza. Hoy solo tendría que limpiar mi habitación, desalojar a los leones, dar de comer a las cucarachas, limpiar al simplijuarjes… y recoger la ropa (que lleva cuatro días tendida) para colgar la lavada (que lleva tres días) ¡Tampoco hay que pasarse con el orden!

Ha sido un mes difícil, cuesta acostumbrarse a la independencia y a esa molesta sensación que te obliga a hacer cosas responsables que no hacías, ni hacia nadie, cuando vivías con tus padres. Porque claro, ya que vivo solo que menos que responsabilizarme y llevar una vida limpia y ordenada. No se quien introdujo en mi mente las palabras responsabilidad, limpio y orden.

Pero el mes, como todo lo sabático, termina. Tendré que volver a hacer ejercicio, a estudiar, si recuerdo como hacerlo, y a escribir, esto último será lo más fácil, pues señores y señoras (o miembros y miembras) en contraste con la sequía de ideas, que han caracterizado las ultimas semanas, me encuentro fresco y con varios cartuchos que quemar antes de que tenga que volver a pensar sobre que escribir. Eso siempre es agradable.

Le Esprit d´Escalier vuelve.

lunes, 13 de octubre de 2008

Descanso.

Voy a descansar, para luego volver con mas ganas, hasta el mes que viene. Gracias por todos los comentarios y por la espera.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Es importante ser pedante.

Ahora mismo, junto a mí debería de haber, y no hay porque se ha perdido, un folio con una serie de palabras sacadas de la última novela que leí (tautología, disyuntiva, rapsodia…) La mayoría de dichas palabras me sonaban bastante y todas ellas eran fácilmente comprensibles por su contexto. No obstante las fui escribiendo de forma metódica mientras leía para después averiguar el significado exacto de cada una de ellas (si si, bla bla, es pedante) Igual que me esfuerzo, sin esforzarme ya realmente, en leer cada vez mas el periódico o intento cuidar mi ortografía (y mejorarla) al escribir por el msn. Considero importante cuidar la lengua materna. Dicho afán viene, sobre todo, por la influencia de casi mi amiga mas antigua que a mi edad ya anda escribiendo novelas, acto que es como poco destacable.

Y lo curioso es que, ni ella ni yo, hemos acabado en filología hispánica. Objetivo que estuve apunto de emprender por dicha influencia pero que se truncó al descubrir que algunos aspectos teóricos de la lengua (sintaxis y morfología sobre todo) junto a mi poca capacidad para aprender idiomas, harían que hasta el bachiller previo se me hiciese excesivamente pesado. Al final me di cuenta que mi verdadera vocación era bien distinta y que, mas bien, concebía al lenguaje no como un fin, si no como un medio.

Un medio con un peso en la sociedad que considero insuficiente. Pues mientras que todo el mundo; pero oye, todo el mundo: hasta el panadero de tu pueblo ese que no ha salido de Albacete en su vida, te anima para aprender otro idioma ¡ojo! que no digo que eso no es importante (más bien básico con la sociedad que nos espera) nuestro idioma general queda delegado a un segundo puesto.

Me da un poco de lastima que ya no se valore como se merece su estudio y dominio. Echo en falta esa devoción por la palabra bien escrita y por el uso correcto de cada uno de los vocablos. Me entristece darme cuenta de que una mayoría de estudiantes de periodismo no leen el periódico todos los días. Y ya es que me repatea un cojón como se desdeña a las personas que estudian filología por considerar ese conocimiento inútil o no rentable (pararos a pensar en el concepto de conocimiento no rentable)

A escribir se aprende escribiendo y a leer se aprende leyendo. Es mas fácil de lo que se piensa adquirir vocabulario y la ortografía se mejora casi por arte de magia cuando se le pone un mínimo empeño. Quizás me este volviendo pretencioso, porque no puedo evitar deciros que un buen propósito este año para todos sería el de escribir, leer y comprender un poco mas que el anterior. A Buenas horas mangas verdes Boeder, que os vengo ahora con propósitos de año nuevo.

Y no me voy sin mencionar a todos esos amigos que aguantaron todos mis vulgarismos (cobrándose el derecho a recordarlos y reírse) y, por los cuales, hablo, escribo y comprendo como lo hago ahora. Sin ellos seguramente este blog no hubiese sido lo que es. Gracias majosalaos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

La universidad.

Acompañado del sonido del abrir de carteras, del tímido rasgueo del bolígrafo o del pedante iniciar de un post, la universidad abre sus puertas para los novatos. ¡Y que novatos! Después de una oprimente E.S.O y de un vacuo bachiller, la universidad se presenta incluso en su primer día como algo completamente nuevo: ya sea por la nueva forma de las aulas (imitando al diseño griego de los teatros) el carácter amigable de los compañeros (quien no vaya a la universidad pensando en hacer amigos es un bicho raro) o por una relación entre los alumnos y el profesor completamente adulta; La universidad se muestra como un estilo nuevo de estudiar y de relacionarse. Un estilo que supondrá claras mejoras y claras dificultades, de las que surgirán probablemente una riada de suspensos antes de la necesaria adaptación (la ostia en el escalón señores, la ostia en el escalón)

Todo estudiante se tendrá que acostumbrar a un modo de estudiar distinto. Partiendo de la base de que su antigua forma de aprender nacía de un concepto jodidamente erróneo (frase/guiño personal a Liber) muchos de ellos tendrán que acostumbrarse a marchas forzadas a un estilo donde se les exigirá todo y nada a la vez. Se acabaron las miradas de reproche o las llamadas a los padres por faltar a una asignatura. Ahora el profesor solo esta para enseñar y evaluar. Somos dueños de nuestros actos. Responsabilidad de doble filo: pues de esos actos también vendrán unas consecuencias que tendremos que afrontar solos. El alumno recogerá lo que siembre, y únicamente lo que siembre. Lo que seguramente acarreara más suspensos de los deseados por una cantina y unas amistades en demasía atrayentes.

Pero nada de lo anterior será un obstáculo para vivir unas experiencias muy, pero que muy, satisfactorias. Se promete una vida llena de cafés y charlas, nuevas amistades, amores y desamores, fiestas que jamás tienen fin y la posibilidad de emprender las primeras grandes aventuras de la vida. Además, sea la carrera que sea, el alumno ganará dos bienes únicos: cultura popular y sentido común. Se empieza una etapa donde ya no se pide pensar, se exige pensar. No aprovechar toda esa coyuntura de charlas, exposiciones, debates, etc... Es casi todo un delito sobre nuestra experiencia vital.

Resumiendo, la universidad es una joya que no hay que perderse en la vida. Desearme suerte.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La importancia de lo relativo

Hace varios días la maquina de Dios, titulo nada pretencioso, hacía temblar al mundo en su baile de átomos. ¿A todo el mundo? Mientras que en un extremo de la tierra una vida joven no aguantaba la tensión y se suicidaba; al otro lado, en España, centenas de estudiantes intentaban superar el escollo de la selectividad, ultima oportunidad para empezar con sus carreras sin tener que soportar un año de tediosa improductividad.

Dichos estudiantes, llenos de cafeína, con los nervios a flor de piel e intentando memorizar los últimos puntos básicos de la teoría de ese autor de nombre impronunciable, por el cual no procesaban ningún amor ni interés, pero que tenían estudiar por que caía si o si, poco sabían del peligroso agujero negro que podía consumir sus vidas en un fugaz instante. Esos días se centraban en los exámenes, y sólo en los exámenes. Y si alguno de vosotros hubiese sacado el tema, ante alguien que seguramente no había dormido en gran parte de la noche, seguramente obtendría algo parecido a “pues así nos lleve a todos y a esta selectividad de mierda” Resumiendo: preocupación cero.

Prueba sustanciosa de que, como muchas otras cosas, la importancia es tremendamente relativa. De que los objetos no tienen ninguna cualidad intrínseca, si no que se nutren de la que les da el ser humano que los observa. ¿Era el experimento peligroso? Para unas personas si y para otras no. ¿Es una mujer guapa? ¿Alguien malvado? ¿Ese cuadro es arte?

Esto me recuerda a la historia de aquel comerciante avaro que guardaba todas sus riquezas en una cueva a la que acudía todas las noches. Un día unos ladrones le despojaron de toda su fortuna, pero, esa misma mañana murió de un ataque al corazón con el espíritu calmado y completamente feliz por tener su fortuna guardada. Otra versión de la misma historia, cuenta como su hijo, frustrado por la actitud de su avaricioso padre, le mentía asegurándole que le habían sustraído las riquezas que realmente seguía teniendo. Antes del inevitable ataque, el hombre vivía su último día amargado y profundamente infeliz.

La fortuna no fue lo realmente importante, ni su disponibilidad real. Ese hombre murió feliz o desdichado sólo por las ideas que tenía en la cabeza. La moraleja esta bien clara. No importa lo que te pase en la vida. Si no la importancia que tú le des a ese suceso.

Por lo tanto, dale toda la importancia posible a lo que te haga feliz y procura no darle nada a lo que te hace desgraciado. No te dejes influir por el valor que le da otra persona a algo, fíjate sólo en el que tú le das. E intenta no amargarte en los problemas, pues solo son problemas cuando la falta de solución hace que te tengas que olvidar de ellos.

La moraleja esta bien clara: la importancia es relativa.

sábado, 6 de septiembre de 2008

De ladrillos.

La crisis se nota y supongo que se notara todavía más en el futuro. La caída de la economía del ladrillo ha afectado y convulsionado a toda la sociedad. Y aunque saldría un buen texto de analizar las consecuencias económicas, ya lo hacen demasiadas personas (además, mucho mas preparadas) Así que me quiero parar en las secuelas sociales que ha tenido sobre todos nosotros. Especialmente en los jóvenes, que al menos yo, no sabemos ponernos en otra situación que no es la que vivimos actualmente, y que ademas, muy difícilmente asimilamos que dichas situaciones pueden cambiar.

Hasta hace bien poco todos teníamos en la cabeza que las obras eran la solución, si no ideal, adecuada para los jóvenes que no querían estudiar. La construcción de edificios daba trabajo a una gama gigantesca de profesiones las cuales no necesitaban una excesiva instrucción; mas bien una practica continua y tenaz. Y si es verdad que no eran especialmente suaves, al menos servían para sacar su buen dinero, y cuidado, que mas de uno gano mas fortuna y obtuvo casas mas grandes que las que muchos universitarios de master y etc.

¿Pero ahora qué? ¿Dónde metemos a todas esas personas, muchas de las cuales no tienen ni siquiera el titulo acreditativo de su profesión? Se acaba el chollo.

Y yo me temo que la destrucción de empleos y el paro se van a equiparar fácilmente a cuando sucedió la crisis del campo. Quizás ahora muchísimo peor, pues aparte de los jóvenes, ligeramente inconcientes hay que decir, tenemos que añadir la verdadera avalancha de inmigrantes que se cobijaron en esos puestos de trabajo para hacerse un hueco en la sociedad.

Y, fuera de las consecuencias, esto no deja de ser un aviso mas de que la sociedad europea tiene que cambiar, que tiene que volverse mucho mas preparada y tecnificada. El sector servicios, la investigación y la gestión empresarial van a ser los pilares en los que tendremos que apoyarnos para no perder el dominio económico mundial. Pues esta claro que las industrias y los alimentos en poco tiempo se volverán mucho, pero mucho, mas baratos de generar en los países en vías de desarrollo.

¿Qué nos queda a los jóvenes? Pues la cultura del estudio sacrificado. Estudiar, estudiar y estudiar. Y entre medias, indispensable, aprender otro idioma de al menos de forma básica. Se necesita una reforma educacional titánica, y jóvenes que como mínimo, terminen con la enseñanza obligatoria (¡que por cierto! Es obligatoria) y un ciclo de nivel medio.

Ya no queda espacio para esa juventud dispuesta a empezar a trabajar a los catorce años, aunque solo sea porque, desde hace ya años, ya vienen personas de fuera dispuestos a trabajar mas y mejor en esas condiciones.

Y para la próxima semana, en el apartado de deseos y medidas que no se van a realizar pero ni de coña. Energías renovables, la única manera de preveer un futuro yugo de los países productores.

viernes, 29 de agosto de 2008

Cuchillos para matar.

Hablemos de navajas. Cuchillas que se esconden en la noche tras borracheras de vinazo, como diría Azorín, espeso. Pequeñas armas que utilizamos para herirnos por, seguro, motivos por los que no merece la pena herirse. Instrumentos adheridos con fuerza, con mucha fuerza, a nuestro subconsciente popular; peligrosas, bellas, rápidas y letales. Sobre todo letales.

Con una navaja todo va enserio. Un simple empujón y un grito ebrio de mas se transforma en un baile donde los danzantes se volverán locos. El instinto es el instinto. Y en una pelea, y ante una navaja, demasiadas cosas se vuelven mortales como para plegarse ante voliciones y raciocinios.

Letales centímetros de metal a corta distancia, imposible de desviar, de evitar, de repeler. Capaces de buscar, hasta en las manos mas inexpertas y nerviosas, la efímera vida del belicoso contrario. Tres milímetros de acero cortante nos bastan para perforar una arteria y llevar a la muerte, en apenas medio minuto, a una persona.

Un cartel se exponía en los centros de fiesta ingleses acerca de las navajas. “No la llevas para protegerte”. No había eslogan mas cierto.

Una navaja no ofrece a su portador ningún atisbo de protección. La citada arma, como casi todas, tiene un carácter únicamente ofensivo. Su misión, que para eso la fabricaron, es buscar el daño en otra persona, y de ninguna manera, puede evitar el daño que te puedan ocasionar. Y todo lo contrario, las personas que se deciden a llevar navaja terminan seriamente más dañadas que las que renuncian a ese método de “protección”.

En una agresión hay dos roles, activo y pasivo. La persona activa es la que busca directamente la confrontación y la pasiva, obviamente, la que la evita. Vamos a ponernos en el lugar de la persona pasiva. Una persona que no busca herir a nadie, que esta siendo molestada o amenazada. ¿Qué le puede aportar llevar una navaja?

Poniéndonos en lo mejor, asustaría a su agresor y evitaría la confrontación. En el peor, acaba de romper la primera, y mas fundamental, regla de la defensa personal (que es mostrarse siempre inofensivo y conciliador) Al sacar el arma, la mentalidad del agresor cambiara, pues su victima ahora se descubre peligrosa, y el instinto empieza a funcionar. Si surge una pelea ira a por todas, ya no se dedicara a dar un empujones, a gritar o a soltar puñetazos (que comparado con la navaja es un mal menor) Si ese agresor ve la navaja solo se preocupara por hacer daño, pues sabe que si no se lo harán a él. Morderá, arañara, golpeara y acuchillara para evitar, instintivamente vuelvo a repetir, que le dañen a el.

¿Qué ha conseguido la victima de la agresor? Transformar una situación potencialmente humillante (a ver quien acojona a quien…) en una situación letal. Y esa es una de las principales razones por las que quien no lleva navaja se arriesga a recibir más humillaciones que cuchilladas en el cuerpo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Y si el miedo no es lógico (primera parte)

El artículo de hoy se debe a dos películas, Funny Games y Batman; dos películas que recomiendo para su disfrute y posterior reflexión. Películas que en mayor medida (Funny Games) o en menor (Batman) introducen un elemento común para causar inquietud y un ligero miedo al espectador. Dicho componente esta incorporado, creo yo, en la psique de todos nosotros. Es, amigos, el terror al mal aleatorio. A la crueldad ilógica.

Conviene pensarlo. Pues quizás sea para mí, que gusto de analizar lógicamente las cosas, de buscarles un motivo, uno de los peores tipos de mal. Y claro esta, el que más miedo me inspira.

En una escena Jocker se coloca, seriamente y cuchillo en mano, ante una victima. Con voz profunda y lenta, le explica como le hicieron los horribles cortes que luce en sus mejillas. Cuenta como su padre mato a su madre mientras intentaba defenderse él, y que al ver que él al presenciarlo no sonreía, le coloco un cuchillo dentro de la boca y le susurro “¿Por qué no sonríes, deberías sonreír mas? El resto fue solo agitar para crear un trauma infantil que bien valdría tanta locura.

El espectador entonces se tranquiliza, ya sabe el motivo por el que el Jocker comete tantas atrocidades. Pero, ya lo siente, esa tranquilidad no le dura mucho. Diez minutos después nuestro malvado termina en una situación parecida y, otra vez cuchillo en mano, relata otra historia sobre como le hicieron las cicatrices. Otra historia, pero igual de convincente.

Algo parecido pasa también en Funny Games. Ante la tortura a la que se ven sometidos los habitantes de la casa por sus jóvenes captores, estos no pueden evitar exclamar, gritar mas bien, la típica pregunta “¿Por qué nos hacéis esto?

Se suceden varias explicaciones, todas con una magnifica interpretación, en las que se mentan problemas con las drogas, madres que disfrutan del abusar de sus hijos etc… Hasta que los pobres capturados no lo soportan mas y dicen “basta”. Ya lo han pillado.

En ambas películas se capta un cierto humor negro. Una cierta comicidad que emiten los crueles villanos ante sus pobres victimas. Pues saben, como yo se, que todos necesitamos de un motivo ante una acción, especialmente si es cruel. Que no podemos aceptar que se sucedan asesinatos, violaciones, torturas, o cosas todavía peores sin que haya un motivo. Pues seguro que esas personas fueron maltratadas de pequeñas, o las educaron realmente mal, o que quizás la sociedad, que se yo, les hubiera incitado a odiar a determinadas personas, con las que se mostraron tan crueles. Y si no podemos, pues buscamos el escenario donde se pueda permitir dichos actos (una guerra por ejemplo).

Y pensamos todo eso porque no podemos soportar que alguien vuele una escuela infantil sin motivo. O que se dedique a violar niños porque si, porque le gusta. O que, en el caso de Funny Games, se entretenga yendo chalet por chalet jugando al divertido juego de matar cruelmente a sus habitantes.




Porque reconozcámoslo, si nos ponen delante a un asesino de fascistas y a un asesino de personas, nos dará más miedo el segundo. Quizás solo porque ante el primero sabemos que, solo con no ser fascista, nos libramos. Y con el segundo tenemos la certeza de que no nos podremos salvar.

¿La Guerra Fría?

- La Guerra Fría ha terminado
- Ufff, pues menos mal, porque si a la batalla por los recursos energéticos le llamáramos guerra fría menudo chistecito.


A día de hoy, se observa el primer conflicto bélico de lo que puede ser la segunda guerra fría; el segundo pulso entre Rusia y EE.UU. El antiguo país soviético ha empezado a arrasar con Georgia. País que pertenecía antiguamente a su orbita de influencia y por el cual pasa el único (repito, único) conducto que permite transportar petróleo y gas de Asia sin tener que pasar necesariamente (repito, necesariamente) por Rusia.

Todo este meollo se empezó a gestar con la independencia de Kosovo, acto que conllevaría unas consecuencias que pocas personas pudieron preveer. EE.UU entro en la zona y prometió a Kosovo la independencia, por supuesto, a cambio de instalar hay una base militar. Una base militar demasiado cerca de Rusia. Donde se pueden instalar misiles, o lo que es peor, sistemas de detección de misiles enemigos sin que nadie “sepa” nada.

Y con ese incidente se abrió un tema bastante espinoso. Si una zona de un país tiene motivos de peso, o sin tenerlos, para no sentirse de ese país. ¿Puede venir otro país, con gran solidaridad, para ayudar a esa zona a alcanzar su independencia? EE.UU demostró que se podía hacer, al menos si el país que venía en auxilio era él. Rusia no ha esperado mucho para demostrar que es capaz también de ese tipo de solidaridad libertadora.

Y es que Osetia del Norte, zona de Georgia, se siente profundamente Rusa. Casi todos sus habitantes tienen pasaporte Ruso y se sienten extranjeros en su país. O bueno, eso es lo que dicen los partidos políticos. Así que los rusos han entrado fuerte. Bombardeando Georgia, practicándole el principio de un bloqueo naval y ignorando completamente los esfuerzos de la ONU por resolver el problema. Al fin y al cabo, no empezaron ellos y los Osetanos (digo yo que se escribirá así) tienen tanto derecho a la independencia como los kosovares.

¿Quién paga el pato? Hace unos días, antes del ataque ruso a una ciudad de Georgia, un soldado hablaba a la cámara. Tenía miedo, no entendía muy bien la invasión, ni la guerra, decía que el conflicto no era para tanto y que esa zona no se sentía tan radicalmente rusa. Tenía miedo. Pero aceptaba lo que iba a pasar, se quedaría a defender la ciudad.

En una gran maniobra, el telediario mostraba imágenes después del ataque ruso donde el mismo soldado era transportado en una camilla con convulsiones. No aclaraba si sobrevivió. Aunque da igual, otros muchos no lo hicieron.

El conflicto va para rato y, yo al menos, no se como se puede solucionar. Los que estamos fuera, para variar occidentales, deberíamos al menos intentar aprender que cada acción política tiene sus consecuencias, y que esas consecuencias rara vez repercuten sobre el responsable real.

Por cierto, la zona por donde pasa el conducto esta, sorpresa, en Osetia del Norte.

Fe en las ratas: Bueno, al parecer antes del conflicto Georgia había lanzado una oleada de violencia en la región para pacificar a los independistas. La cosa no es tanto de blanco y negro.

Algo pasa en Italia

Martes cinco de Agosto, en portada aparece una noticia sobre Italia.

El ejército patrulla las calles.
“Cientos de soldados patrullan las calles de las principales ciudades de Italia y vigilan objetivos sensibles, dentro de los esfuerzos del Gobierno conservador de Berlusconi de reforzar la seguridad en el país.”

Una foto muestra a un alto, pero no simpático, militar. Y aunque escuché que sólo tendría que llevar un arma corta, su fusil semi-automático al más estilo M-40 delata que esa información no era del todo veraz. Por lo demás, el hombre conserva todos los rasgos propios del estereotipo, botas militares, boina, uniforme de camuflaje verde (¿En plena ciudad gris?) y chaleco antibalas.

Después, observo a los civiles que a su vez observan al militar. Intento imaginar que estarán pensando; que estará pensando toda la nación para permitir que 3.000 soldados ocupen las calles. Muchos se alegraran por su seguridad, muchos más pensaran que ahora esos asquerosos gitanos ya no podrán acercarse a sus carteras. La juventud, digo yo, estará preocupada (quizás molesta) por la posibilidad de que no puedan hacer botellón, o fumar drogas, o sencillamente restregarse en las calles como hacían antes. Se acostumbraran pronto a su presencia, justo en el mismo momento en el que se den cuenta de que esos militares tienen otra misión. Y bueno, supongo que también habrá alguna persona, de esas que ha leído a Niezcthe, que igual la cosa le huele a chamusquina. O quizás no, yo que se. La noticia sigue.

“Además de patrullar calles y controlar sedes diplomáticas, y estaciones de tren o metro, los militares protegerán centros de acogida temporal de inmigrantes”

Tendré que llamar al periódico donde he leído la noticia. No me queda claro si cuando dicen centros de “acogida temporal” de inmigrantes, se refieren a esos edificios grises y hoscos, en los cuales se vive en peores condiciones que una cárcel, donde los ilegales pueden estar retenidos dieciocho meses sin posibilidad de establecer relación con el exterior. Donde básicamente se dedican a hacinarse y a esperar que les echen del país. Previa recogida de datos, que ahora la inmigración ilegal es delito.

Que, oye, igual son otros centros y yo estoy equivocado.

O igual es que Italia esta perdiendo el norte. Con sucesos de quema de chabolas, eligiendo a un presidente corrupto (y esto no es difamación ¡coño! Que lo admitió él) que crea leyes para que no puedan procesarle por sus delitos, que llena sus calles de militares, que considera que los gitanos sobran y… en fin, no estaría de mas que me callase, porque España también ha estado abriendo lugares de “acogida temporal” y a saber como acabaremos nosotros también

Y como hay crisis, pues los de fuera de Italia no decimos nada. Que bueno, los de mi generación siempre hemos sido de hablar y no hacer nada. Pero es que ya ni siquiera se habla de ello. ¿Dónde estas, juventud? ¿Qué fue de tus gargantas? ¿De tus gritos? ¿Qué fue del café burgués de la crítica social?

Jesús, ni eso nos queda ya.

Lagrimas en Julio.

Murcia es inhóspita en verano, comparte esa cualidad de las ciudades del sur de abrasar con extrema calidez a sus habitantes. Que sin tanta palabrería es como decir que hace un calor de cojones así como continuamente. Y no hay manera de paliarlo por completo. Así que cuando vuelvo de mis estudios de crupier meritorio el tramo se me hace horrible. A las dos de la tarde pasando por calles de cemento con el sol dándote en la nuca. Con un sol de cuarenta grados…

Así que camino esos veinte minutos que separan el casino de mi casa entre sudores y resoplidos malhumorados, ajeno absolutamente a todo lo que me rodea. Pero hay cosas a las que uno no puede, o no debería, quedar ajeno.

A apenas cinco minutos de mi casa me encuentro con Ana, el nombre me lo diría después; una chica menuda, morena, con rasgos ligeramente sudamericanos y con unos grandes ojos verdes anegados en lágrimas y bastante enrojecidos. Atrapados en esa tristeza que te hace acurrucarte en cualquier rincón, esta vez en la puerta de un colegio, para ver como los sollozos y las gruesas lágrimas se escapan ante tu impotencia. Llorar sin quererlo, amigos. Llorar, sin quererlo, estando sola.

Intento pasar ejerciendo esa cualidad que tenemos los capitalistas de ignorar la desgracia ajena. Si si, cuando miramos para otro lado y nos ponemos tensos unos segundos antes de volver a la felicidad indiferente que tanto nos gusta. Pero, que se le va a hacer, esta vez no funciona. Algo me impide dar el paso ante la ansiada felicidad despreocupada, algo, mi conciencia supongo, me hace darme la vuelta para volver a mirar.

Quizás fuese porque también soy de los que tienden llorar apartado, o es que la escena era tan triste que bien podía haber estado acompañado de violines. O puede que sencillamente sea que piense que nadie debería llorar solo. Pero el caso es que me tuve que acercar.

Descubría que Ana era una chica con un problema bastante sencillo, normal. Se había agobiado de su novio de toda la vida, y tras darle puerta y tratarlo moderadamente mal, se había dado cuenta de había cometido un error y que lo seguía queriendo, por supuesto, se había dado cuenta justo después de que el chico se hubiese echado otra novia.

Su problema era o fácilmente solucionable, o imposible de resolver. Dependiendo de lo que siguiese sintiendo el despechado. Y como en eso yo no podía influir, pensé que estaría bien quitarle la carga de estar triste al menos por este día.

Ana solo necesito de una sonrisa, de una conversación y del gusto de saber que alguien se había preocupado y de que la estaba escuchando, para irse feliz. Me fue fácil darle lo que necesitaba, lo que había demandado con sus lágrimas públicas, y solo le pedí a cambio una cosa: que no dejase que alguien llorase solo en la calle. Pues nadie debería hacerlo, no al menos si no busca la ayuda de algún desconocido.

lunes, 4 de agosto de 2008

Bella Terra Natura.

Una y media de la tarde. Calor. Me encuentro en Terra Natura, gracias al deseo cabrón de un hermano menor con demasiadas bazas y un cumpleaños que no se celebro, observando como un cuidador alimenta a una Nutria. Absorto en los gráciles movimientos del animal, presto poca atención a los datos que el empleado del parque me ofrece. Poco me importa, bueno igual si en otro momento, los datos de su reproducción, de sus perfectas cualidades de saneador de ríos, o de lo tiquismiquis que se vuelve con la polución en el agua; teniendo ante mi sus gráciles movimientos.

No puedo evitar fantasear, añorar ser una nutria. Parece ser una vida tan fresca, tan viva, tan llena de vitalidad. Ojala el budismo sea realidad y yo en mi siguiente vida pueda ser Nutria. Y deslizarme entre los frescos ríos y cazar el delicioso pescado. Catar la libertad en el agua.

No obstante, la fantasía no dura mucho, y no soy yo quien la rompe, si no la propia nutria. Pues me muestra que no es una nutria de verdad ¿Y como podría serlo? Lejos de los verdaderos ríos, de los auténticos peces, atrapada en un zoo de una ciudad seca, sin ríos limpios. No es una autentica nutria y eso se observa en sus movimientos.

Y me rodeo de aprensión cuando veo a la nutria actuar de forma tan sumisa, suplicando su pescado al cuidador y, casi, haciendo carantoñas para recibirlo. Se me antoja mas un perro, y, joder, no debería parecer un perro. Debería estar cazando salvaje y libre, sin más mendigaje que sus afilados dientes sobre el vivo pescado incauto; no suplicando la comida a la vista de turistas tontos y con cámara de fotos.

Y se cual es la alternativa, la se perfectamente, la alternativa es la muerte, el fin, la extinción. Les quitamos sus ríos y nos las llevamos a nuestras ciudades, argumentando que ya no hay lugar para ellas en el exterior, argumentando que es para protegerlas. Buena protección es la que ofrece el hombre. La jaula o la extinción.

Y maldita sea, si fuese idealista empezaría a propagar esa gran injusticia. Que el animal salvaje es mejor que viva como es, salvaje, antes de tenerlo en una puta jaula (puta, mas que puta) Y que prefiero no ver nunca esa libertad, pero saber que es libre, a poder “admirar” ese animal Light, que en un tiempo pudo ser una nutria, pero que ya no lo es.

Pero el caso es que no soy idealista, me gustaría serlo. Se perfectamente como funciona nuestra raza y la conclusión lógica de nuestra expansión. Así que no diré nada, frunciré el ceño durante un día, pondré morros quizás, y puedo que derrame alguna lagrima si lo pienso demasiado. Por lo demás, seguiré con mi vida, pues hay que disfrutarla, ya que impone un precio muy alto al planeta que tiene que sostenerla.

Cuando pase por la jaula de los lobos, di gracias por que estuvieran escondidos.

martes, 8 de julio de 2008

Puro café

En una plaza de la capital Catalana, entre botellas medio acabadas de alcohol fuerte, jóvenes en estado puro con minis en las manos y un calor nocturno propio del verano español. Nuestro pequeño aprendiz de punki, Antonio, charla con Mónica, una neo hippie, a veces medio rocker, con una sonrisa y unas rastas, de las cuales cuelgan cascabeles, capaces de robar mas de un corazón.

Los dos cuerpos se arriman nerviosos. Brindan, más de una vez, con alcohol barato hasta que a Antonio se le ocurre la genial, y para el, intrépida idea de invitarla a un café mañana por la tarde. Ninguno de los dos es de tomar café, quizás ni siquiera lo pidan. Pero a los dos ese café les suena a algo más que a su sabor amargo. Piensan, intuyen, que el hecho de tomar un café hace referencia a algo mucho mas intimo, mucho mas serio. Los dos prefieren la cerveza, no obstante, se gustan, así que elegirán la promesa que inspira el querer tomar una taza de café al día siguiente. Esta noche sus cuerpos se buscaran, animados por el alcohol, y cada uno despedirá la noche sabiendo que a la mañana siguiente un café, y mucho mas, les espera.

Esa misma noche, a unos quinientos kilómetros, una pareja joven, tanto en edad como en tiempo de relación, rememora con una sonrisa como empezaron. Andan enfrascados en el ambiente que suscita una cafetería barata y tranquila de la ciudad. Su primer beso también fue en una cafetería lejana pero muy parecida. Y como en el presente, también fue arropado por el sabor amargo, que tan dulce supo, del café.

La Wikipedia arroja varios datos interesantes sobre el café. Su uso empezó a ser utilizado en África, para los animales y para avivar el valor de los guerreros antes de la batalla. El mayor exportador del mundo es Brasil. La plantación de café da trabajo a 25 millones de personas y en el año 2001 seis millones de toneladas.

Personalmente, me gusta el café. Y siempre me he sentido maravillado, y no avergonzado (que me da igual que sea borreguismo, leñe) por los motivos por los que el café me inspira esa sensación tan agradable al paladar.

Cierto es que es un líquido amargo, pero no es su sabor lo que engancha, si no la conciencia colectiva de asociar ese líquido a situaciones agradables; lo que hace que nos atrevamos a “engancharnos” y seamos nosotros mismos los que fomentemos el “enganche” de las futuras generaciones (¡Que si! ya se que es borreguismo… pesao)

Un café me sabe a charlas agradables, a interesantes debates, a momentos de soledad y reflexión, a buena música en un local agradable y hasta partidas de ajedrez eternamente buenas. Realmente no lo consumo en exceso (tiene un competidor llamado chocolate caliente) Pero en honor al recuerdo de los momentos tan agradables junto a mi compañero, seguiré invitando a la gente a un café y seguiré disfrutando de un “te quiero” de forma mas intensa cuando vaya acompañado de su aroma.

lunes, 23 de junio de 2008

Descanso.

Ligeramente enfermo, toco la armónica suavemente disfrutando del bello arte de eludir las preocupaciones. Dentro de quince minutos iré a cenar con mi padre, con la esperanza de encontrar una buena bandeja de queso como buen recibimiento, que las dietas están para saltarlas. Porque si, estoy a dieta, y si, he bajado 3,5 Kg.

Hace por lo menos una semana que no toco un periódico. Por lo que me quede a medias en el desarrollo del conflicto interno del PP y apenas me entere de la crisis del transporte y del petróleo, además de reducir seriamente los posibles aportes en este blog. Blog mal cuidado por cierto, pues los días sin post alcanzan una cifra vergonzosa.

No obstante, es la época. ¡Estamos en verano señores! Que los felices capitalistas que nos controlan aprovechen para manipularnos, que ni nos vamos a enterar. Porque es época de descanso, ya sabéis, el estado de bienestar y todo eso. Y tampoco digo que se nos este permitido dejar de preocuparnos y de pensar del todo.

Pero, sinceramente, con un futuro bastante incierto, y sabiendo perfectamente que la única forma de vida que podré cambiar en la historia será la mía, he de permitirme aprovechar las ventajas de haber nacido (pura suerte, ya ves…) en el sitio adecuado. Hace calor en mi tierra y el verano es un domingo continuo. Así que he de avisar que pienso disfrutarlo en cada uno de sus deliciosos y lentos segundos. Y que si he de reflexionar, reflexionare cuando me haya cansado de descansar. Y no al revés, como me obligo hacer el resto del año.

No obstante, continuare estudiando ingles, y seguiré comprando el periódico de vez en cuando. Pero, hacerme caso, en esta época es mucho mejor para el espíritu pensar en los futuros viajes (¡el jueves marcho a Madrid!) o en las esperanzas de que España gane la liga; a preocuparse por la recesión económica que estamos viviendo o otras mil “tonterías” mas.

Resumiendo que se hace tarde, toca ser feliz al sol. Las preocupaciones las dejamos para cuando haga un poco mas de fresco.

Y que vamos, que ahora mismo me preocupa mas terminar la canción de blues e irme a comer que ajustar el escrito a sus quinientas palabras. Por lo que, con un cariño abrazo, me despido de vosotros.

Hasta el Miércoles, o el jueves… o quien sabe.

viernes, 20 de junio de 2008

Solo palabras. Solo personas.

Feminidad. Mascunilidad. Comportarte como un gran macho. Tener Hombría. Moverte de forma femenina. Ser: Rudo. Coqueta. Dulce. Duro. Mujer. Hombre. Heterosexual. Homosexual. Zorra. Puta. Cerdo. Machista. Hembrista. Feminista.

… Palabras.

Mi gran problema es que me agobian las palabras, me agobia no poder darles una forma fiel y definida en mi cabeza. Si me concentro en una, basta con que tenga un matiz ligeramente abstracto, para que, en un par de minutos, pueda notar como su significado se difumina. Se pierde. Como si las letras que la forman no fuesen capaces de definir, de definir de verdad, lo que se supone que la palabra debe decir.

Hoy, Bujum (http://pato-entropico.blogspot.com/) me ha hecho avergonzarme. Hecho bastante raro en mí, pues para eso conservo todavía el ímpetu irreflexivo de mi amada juventud.

Me asusta, al leer su post, ser la persona que la llamo “poco femenina”. Y no porque se haya ofendido, pues quien me conoce sabe que peores, y mucho más ácidas, estupideces salen de mi boca cuando intento ser hirientemente gracioso. Y quien me conoce sabe que jamás las pienso como verdaderas.

Lo que me asusta, es pronunciar el adjetivo femenino sin saber que significa. Pues he de admitir que no lo se, ni creo que pueda saberlo nunca. ¿Pues qué demonios significa tan endiablada palabra? Se me antoja tremendamente vacía. Solo una palabra que no dice nada. Un conjunto de caracteres que esperan que sean las propias personas los que les llenen de significado, pues ellos intrínsecamente no tienen nada que aportar.

¿Que se supone que es ser Coqueto? ¿Como se diferencia a un Heterosexual de un Homosexual? ¿Qué hay que hacer exactamente para ser viril? Madre mía, que difícil se me hace todo cuando me topo con adjetivos que corresponden a una diferenciación en los sexos.

No puedo con ello. Desisto. No puedo mirar a una persona y ver su sexo, no puedo dejar de verla como una persona. A lo sumo solo soy capaz de admitir las formas físicas, cuerpo de hombre y cuerpo de mujer (y hasta en esto tengo mis dudas… ¿Como se supone que son los labios de una mujer? ¿Y los de un hombre?)

Me extraña pensar que la gente no es igual que yo. La empatía me abandona cuando hablo sobre “mujeres” “machos” “feministas” “maricones” o mil gilipolleces varias. Son solo bromas, de eso estoy completamente seguro pues escojo a mis amistades y no tolero muy bien ningún pensamiento discriminatorio en ese sentido. Pero no obstante, me asusta pensar que puedo estar rodeado de personas que no son capaces de ver personas, si no pollas y coños. Me asusta porque no se detectarlo. Porque sencillamente en mi cabeza no entra la idea de que alguien pueda ser así.

Y la idea de que alguien se haya sentido mujer hablando conmigo, de que me haya sentido como hombre, me llena de miedo.

Me llamo Oboe, soy una persona, y solo hablo con personas. Así que, Bujum, con estas 500 palabras, te pido perdón.

miércoles, 11 de junio de 2008

The Rocky Horror Picture Show

Cuatro reglas básicas, de esas que hay que saber antes de entrar. Sencillas.

1.Deja a tu sobrino de 6 años y a tu abuela de 85 en casa.
2.A los que nunca han asistido al show se les llama vírgenes.
3.Deja la pose, tu papel social y tus prejuicios en la entrada, y atrévete.
4.Si te sientes raro, habrá siempre alguien más raro que tú a tu lado y recuerda… no sueñes con ser, sé.

Nada que objetar. Quizás me quejaría si tuviese 85 años, pero como no es el caso, no lo hago. Reglas dignas de estar en la entrada de todos los espectáculos.

Estas entrando en “The Rocky Horror Picture Show”. Espectáculo en film solo acto para gente un poco más original que los demás. Que diría friki, pero vaya desgracia habéis hecho con ese termino (que yo no ¿eh? Que yo soy de los últimos de la vieja escuela. Sin ego ni nada). Prepárate para sonreír, gritar, silbar, bailar (para el resto de tu vida, ese baile no se puede olvidar), reír y hacer cosas, que si no estas acostumbrado, te harán despertarte sonriendo, chocándote la frente y pensando un “vaya friki estoy hecho, dios mío”.

He de admitir que el rollo participativo me pillo por sorpresa. Y tarde en adaptarme al tema unos diez minutos ¡que demasiado fue! Pero para sorpresa de mis acompañantes cuando llegó la pistola de agua (una tormenta en una película ya nunca será lo mismo sin una pistola cargada de agua y mala leche) ya estaba bastante metido en la situación. Que uno era virgen (no como mis amistades, que cometieron la desfachatez de ver la película primero en sus casas) pero no tonto. Pero vamos, que tampoco era muy difícil meterse en el ambiente.

Y apartir de ahí, solo es recordar una sucesión de minutos fantásticos junto a guantes de goma, pan tostado, bolsas de confeti, un sombrero de cumpleaños que me puse demasiado pronto, cascabeles y una sucesión de cartas lanzadas al aire. Y el baile, oh, el baile. Ese gran baile. Nunca un movimiento pélvico pudo llegar a ser tan divertido.

Y es que la vida es mucho más placentera cuando te atreves con espectáculos y vivencias que se salen un poco de lo normal. Que ya sabéis amigos, las cervezas y el bar siempre están ahí. Y los grupos de rock vuelven todos los años. Por no hablar de los policías para joderte el botellón. Pero cosas como esta pasan pocas veces. Así que hay que aprovecharlas. No vaya a ser que nos muramos con la sensación de haber vivido la vida sin experiencias que nos diferencias un poco de los demás.

Y para terminar, debido a que más que un artículo esto ha sido una sucesión de halagos hacia un espectáculo, he de imponer una regla más. Porque, previniendo que os habéis interesado por lo narrado, tendré que decir que:

5.Está totalmente prohibido “disfrutar” del espectáculo en tu casa, solo y sin los exigidos objetos de la obra.

lunes, 2 de junio de 2008

Domingos.

Ser feliz entre semana no es lo mismo que ser feliz en domingo. Los domingos siempre, ahora quizás más, se me antojan especiales. Y es que en ellos flota una sensación lírica. Como si la felicidad brotase de ti y pasase al mundo real. Pues cuando es domingo, la felicidad se siente de veras.

Se impregna en el aire. Se queda, como sutil aroma, en la piel de las personas, en su ropa, entre las sabanas de donde duermen, en todo. Hueles esa felicidad tan solo acercándote un poco al lugar donde se origino. Y con un poco de suerte, estando a lunes, todavía puedes disfrutar el aroma de las personas que fueron especialmente felices el día anterior. Pues el olor a felicidad no les abandona fácilmente. Dichosos ellos.

Pero la felicidad también se siente. Se siente en cada caricia, en cada beso, en cada juguetear de los dedos en el pelo del amante, en el abrazo de las sabanas. La felicidad del domingo permanece en la punta de cada uno de los dedos, esperando ansiosa, a ser trasmitida, tras un mimo, a otra persona. Y esa caricia, esa marca de felicidad que bien podría ser de pintura fresca tal y como la sientes, se queda contigo hasta por lo menos el martes. Dichosa es la persona que juega con la marca que le dejo la persona a la que amaba, cuando con sus dedos, jugaba entre su piel.

Resumo, durante el domingo la felicidad se expande a través de tus sentidos. Si bien yo lo siento en el aire y en el tacto. Seguro que más de uno podrá afirmar sentirla en el sabor o en la mirada.

Y ya que hemos llegado a que el domingo es un bueno momento para ser feliz. He pensando que ninguno de nosotros debería desaprovecharlo. Así que ya sabéis, nada de locos planes con alcohol, o de sexo demasiado intenso (suave, el domingo es para hacerlo suave. Muy suave). Ni siquiera puedes agobiarte por un examen importante o un trabajo extenso y sin hacer. Te esperas a que sea lunes y tiras de café.

Los domingos están para disfrutar tranquilamente; para arañar los segundos al tiempo y hacer que todo se desarrolle con calma. Para ver una película, quizás dos, y hacerlo tapado con una manta. Para leer un libro. Para escribir iluminado por la luz del flexo (toda luz artificial, salvo esa esta, está prohibida) Y si te apetece moverte, son un buen día para pasear, disfrutando de la brisa, por las cercanías de tu barrio para terminar en un restaurante sencillo.

Puedes hacer mil cosas más. Pues la única regla es que no se contradiga el espíritu del día mas tranquilo de la semana.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Escribir.

Hoy no se de que escribir. Entenderme, tengo temas, muchos además. Solo con las olas de xenofobia, que para mi tienen mas de aporofobia (odio al pobre) que de otra cosa, ya podría escribir por lo menos dos semanas. Sin contar con las actuaciones inhumanas y crueles de la junta militar de la antigua Birmania, que en un alarde de buen gobierno, ha negado la ayuda internacional de alimentos y medicinas para su propio pueblo. O si me centro un poco mas en el ámbito Español, podría hablar de la necesaria crisis en el PP para que el partido por fin se defina de derechas, centro, extremos o de a saber qué. Quizás podría hablar del plan del presidente vasco, y si me pongo cachondo, relacionarlo con las teorías filosóficas del estatismo del ser. O llamarle llanamente pesado. Que también.

Pero hoy no me apetece escribir sobre esos temas. Y el problema, que de problema poco tiene porque estáis leyendo la solución, es que aunque no sepa de que escribir quiero hacerlo. Hoy es de esos días en los que sientes que tu blog no puede pasar sin ser actualizado.

Así que no se ¿Que hago? Podría recomendaros algunos blogs, que leo de todo tipo, desde un magnifico e hilarante Randy hasta el interesante, que digo mejor inteligente, porque si no hago un pareado horrible, César. O podría hablaros de webcomics, de la perdida del mío por falta de dibujante, o de la gran calidad de espacios como ¡ehtio! XDcomics o Área 66.

Quizás lo mejor sería hablar un poco de mí. Decir que estoy aprendiendo a tocar la armónica, que ahora mismo debería estar en el gimnasio o que estoy descubriendo la pasión por el cine o el teatro. Podría hablaros de mis sentimientos, un poco sombríos últimamente (amantes de lo Emo, no excitarse, solo es un poco) O comentaros que en breve empezare un nuevo proyecto de blog, ese solo reservado para mis poesías.

Todas esas cosas están muy bien. Pero tampoco estoy de humor para ellas. Así que el panorama se me complica, ya que estoy completamente decidido a hacer un post. Por lo que supongo que tendré que hablar de lo único que se puede hablar en estas situaciones. Tendré que hablar del placer de escribir.

Y si me lo permitís, que seguro que lo haréis, quiero lanzaros un consejo. Escribir. Escribir siempre que queráis. Y procurar hacerlo para todos, aunque no os privéis de escribir solo para vosotros. Escribir aunque no se diga nada, aunque no se consiga expresar nada bonito ni profundo. Escribir por el mero hecho de hacerlo. Porque amigos, el acto de escribir es tan necesario para todos nosotros, que no necesita de nada mas. Ni de conocimiento, ni de estructura, ni de lírica, ni de nada.

Así que aquí me tenéis. Sin haber estrito nada de valor. Pero con la sensación de plenitud que me llega de haber escrito algo. Y si sois inteligentes, que lo sois, hoy tomareis un Word (si abuela, también se puede escribir todavía a mano) y lo llenareis con palabras. No importa que palabras sean. Solo que sean palabras.

No, Perséfone, no vale sólo con poner 750 veces la palabra pene.

jueves, 22 de mayo de 2008

La felicidad. El ostracismo.

“Ese alumno que podría considerar como mejor amigo el clip del Word”. Sentencia Liber al final de su texto. Hay que entenderla, termino con los exámenes y con el curso lectivo. Un curso, el IBO, superior a los demás cursos de bachiller, un curso especial y orientado a personas más inteligentes que las demás. La pobre Liber no toleraba muy bien el hecho de que alguien, menos un profesor, la considerase superior a otra persona. Hecho que la engrandece. Aunque al final si resultase que es superior a los demás.

Partiendo de esa frustración. Tras terminar el curso se encuentra con que sus compañeros no quieren celebrarlo como ella, ni siquiera quieren celebrarlo al parecer. Ellos siguen ocupados con sus notas, con su futuro, con su IBO (por mucho que este haya dejado de existir). Hay que entenderla. Ella ya había comprado hasta puritos.

Me pasa el texto, su crítica hacia esos compañeros que no saben vivir para otra cosa que no sea el estudio. En cierta manera la entiendo. No obstante, de su error, yo hago el articulo de este viernes (espero que me perdone). Liber asume, demasiado rápido, que la vida del estudiante modelo, ese ser tan bien retratado en las películas de americanos, es mala para el alma, es mala para la felicidad. Y aunque cuando leo “Pero ese puto clip del Word no te va a felicitar, no se irá a cenar contigo y con él no podrás organizar una excursión a la playa. No, señor, y una vez acabada la cosa, ¿con quien lo vas a celebrar?” No puedo evitar maravillarme con su forma de escribir. No puedo dejar de decir que enfoca la manera desde una perspectiva equivocada.

Pongámonos un pelín filosóficos. ¿Cual es el objetivo de la vida? La respuesta a esta pregunta es bien sencilla. Ser feliz. El ultimo y mas sublime objetivo de la vida es ser feliz. ¿Pero como se consigue esa felicidad? Amigos, hay llegamos a un terreno de marismas y pantanos.

¿Quien puede decir que hace feliz? Nadie, absolutamente nadie. Solo podemos decir, y con ciertas dudas, que nos hace feliz a nosotros. Y eso es nuestro, privado e incomprensible para los demás. Liber quizás no comprenda que el ostracismo intelectual puede dar la felicidad. O no darla. Pero eso es elección de quien la vive (o igual no…)

Igual nos parece que no salir, no relacionarte con “nadie, por estudiar. Es una locura. Que amargamiento. Que suplicio. Vaya forma de vida más estúpida. Pero quizás nos lo parezca a nosotros. Y por eso debemos callar, o no hacerlo, porque igual esa persona es feliz con esa vida. Y quien sabe, quizás esa persona es más feliz con su sistema de valores que nosotros con el nuestro. Quien sabe.

lunes, 19 de mayo de 2008

Mundo rural.

Estoy de exámenes finales y aunque tendría que estar estudiando, obviamente, no lo estoy haciendo. No sería yo si no cometiese la imprudencia de quitarme tiempo para escribir, y no ser yo sería un lujo que no estoy dispuesto a pagar.

No perderé la oportunidad de haceros notar lo que estudio. Paradojas del destino que en los pocos años que lleva este libro, de geografía, en circulación ya nos muestre una realidad tan diferente a la que vivimos. ¡Ganaderos de Europa! ¡Agricultores del mundo! ¡Dejar de producir! ¡Sobran vuestros excedentes! Parece gritar el libro, testigo de lo que gritaron los antaños políticos.

Y los hombres rurales imploraron piedad. Pobres aceituneros de Jaén, condenados a limitar una producción que era rica y prospera. Y pobres los ganaderos que destinaban a sus reses a la producción de leche, viendo como se tenía que exportar a España leche de Francia porque ellos tenían prohibido producirla.

¡No podremos modernizar nuestra forma de vida con esas cuotas! ¡Nos asfixiarán! ¡No sobreviviremos a la mecanización agraria del país extranjero! Ni caso. Había que regular el mercado, producir mas de la cuenta suponía cobrar menos de la cuenta. ¡Y además! Los políticos garantizaron y fijaron un precio por los productos, superior al del mercado global. ¡Y además! No es objeto del agricultor cuestionar.

Gran desgracia acontecida. Resulta que ahora falta producción. Los mercados de alimentos se están secando. Los países subdesarrollados se desarrollaron, toda una descortesía por su parte, y ahora son ellos los que exportan sin parar. ¿Y qué hacemos ahora?

Fácil, sencillo, quitar las cuotas. Liberalizar el mercado y dejar que el precio del producto se fije según la demanda y la oferta, que el gobierno europeo no intervenga. Y que nuestros pequeños hombres del campo vuelvan a producir como locos.

Pero un momento señor político. Veras, yo soy ese paleto rural que me vi obligado a sacrificar reses y a dejar mis campos en barbecho. He perdido mucho dinero ajustándome a tus cuotas y no he ganado tanto, más bien poco. Bueno, si le soy sincero solo lo hice, por, bueno, es que usted me obligaba ¿sabes?. Y ahora pretende que cobre tres veces menos por mis productos. Es que… no se…. ¿De donde saco el dinero para volver a comprar todas las vacas que me obligo a sacrificar?

Y bueno, la gente dice cosas, se habla que ese señor, si, ese señor. El que se hace llamar terrateniente, si tiene dinero para invertir este año. Y como los demás tenemos, no es por pasarme de tono, pero joder, tenemos que alimentar a nuestras familias. Pues eso, que el se quedara con nuestras tierras y nos dará lo justo para vivir. ¿No va a hacer nada? Si yo siempre he estado a merced de usted, bueno, si, es cierto, usted me obligaba.

¡Marcial! Dígame, haga usted el favor, quien es este vil gañan y por qué esta respirando el mismo aire que yo. Que tenemos prisa coño, tenemos que ir al congreso para decidir sobre la gente de campo. ¡Faltaría más! Que somos gente de ciudad por favor.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Niezsche

“Dios ha muerto. Viva el hombre que lo ha matado”

Viva, viva ese hombre. Que mato al antiguo Dios. Viva. Y viva al nuevo Dios, el si respetado dinero, que instauro en el viejo trono. Aunque no es objetivo de este post hablar de ese tema. Hoy me centrare solo en Niezsche. Mi decepción con Niezsche.

Filósofo atrayente como ninguno. Quizás porque baso toda su filosofía en unas ideas que, en esta época, cada uno siente como lógicas (gran pecado el de radicalizarlas). Filósofo que yo elevaba a categoría maestra y por el cual descubrí que las caídas son demasiado altas desde esa altura. Pues el respeto, admiración y afán de responder a la vida con sus ideas, desaparecen cada vez que pasas una página más en alguno de sus libros. Quizás nunca se debe pensar que un sistema filosófico es correcto o quizás es que Niezsche casa bastante bien con el espíritu de la adolescencia, que tristemente he dejado. Pero el caso es caso es que descubrí que el también se equivocó.

Seguramente su error mas grande fue generalizar. Es decir, condenar a todos por el pecado de muchos. Y desde esa generalización, consumirse creando ese veneno virulento que es el odio hacia algo abstracto. Odio hacia el cristianismo, hacia la sociedad, hacia Dios… Consumirse hacia la radicalización de lo impreciso. Perder el norte sin poder distinguir un Dios, con los dioses. Un cristiano, con los cristianos. Un individuo, con la sociedad.

Trampa mortal para el hombre es aquella que te hace penar que todas los seres vivos que se subscriben a una creencia son iguales. Que hablar de un creyente es lo mismo que hablar de tu concepto de su Dios (Concepto que Niezsche acaparaba para sí como correcto. Los de los demás estaban, sencillamente, equivocados) Llegar a la locura, al acto mas peligroso de la humanidad, de afirmar que si el cristianismo es malo, todos los cristianos son malos.

Niezsche sólo fue el heraldo de una desgracia. Prueba de ello es que tanto el nacional-socialismo, el comunismo, el anarquismo… lo tomaron como filósofo estandarte. Con el conocimiento, se llega aprender lo que nos ha dado una sociedad basada en esos valores. La cifra de muertos es otro dato más a tener en cuenta.

Un consejo, tu que igual me lees, no caigas en la trampa en la que tropezó Niezsche. Se capaz de pensar sin tener que odiar. Sientete orgulloso de los placeres que le proporciona su razón ¡tampoco niegue los que le da su sensibilidad! Pero jamás, nunca, desprecie ninguno de esos mundos. ¡Valiente sandez la de Platón al afirmar que el mundo sensible era algo malo e impreciso! ¡Idéntica a la de Niezsche, cuando afirma que todo lo que venga de la razón niega la vida!

Que nunca nadie te convenza de que ayudar al chandala, al pobre, al indefenso, es un acto que niega la vida.

viernes, 9 de mayo de 2008

Drogas.

Hace unos días vi una noticia anunciando un reportaje científico y riguroso. “Una periodista inglesa fumó cannabis durante un mes para estudiar sus efectos”. Hombre, eso esta bien, ya es hora de que surjan reportajes para informar a padres e hijos de una forma correcta y educativa.

“En su descenso al infierno de las drogas, esta periodista dice que experimento una combinación de paranoia, miedo y desasosiego. En una fase de su investigación, las pruebas científicas demostraron que había desarrollado un grado de psicosis superior al de las personas esquizofrénicas. – Sentía como si mi cerebro se hubiera convertido en un líquido viscoso. La droga había acabado por completo con mi capacidad para pensar. Terminé en el sofá, sin sentido- Declaro la periodista”

Espera un momento. ¿Qué? ¿Pero qué le paso a esta mujer? ¿Combino este experimento con un viaje a Marte para estudiar como residirían los humanos allí sin escafandra ni nada por estilo? Y una pregunta todavía más inquietante. Si ella fumó supuestamente marihuana (o azufre de fábrica, o algo…) ¿Qué fumaron los editores para creerse esto? Ay ay, que esto me huele a típico reportaje de “las drogas son tan, tan, tan malas, que hasta violan a tu hermana por las noches si piensas en ellas”.

Por favor, seriedad. ¿Cómo pretendemos educar a las personas para que no se metan en las drogas si sólo vamos a decir gilipolleces? Por que claro, la droga es mala, igual es muy mala. Pero NO, en mayúsculas que queda guay, es tan mala. No podemos pretender que al soltar “te vuelves esquizofrénico en un mes” o “sólo sientes paranoia, miedo” y convencer.

¿Qué pasara cuando la persona fume? Cuando compruebe que esa diabólica droga malvada no produce esos efectos. Cuando vea que no hay nada de miedo, nada de líquido viscoso por cerebro. Cuando vea que esta tranquilo, que esta mas alegre. Pues lo digo: pensara que todo es mentira y que las drogas no son malas. Creerá que no quieren que se drogue sólo por tonterías. Y claro, se drogara.

Tenemos que aprender a ser sinceros. A hablar sobre los problemas de la droga de forma realista. Decir que es mala, pero no tanto. Que te puede llevar a cosas peores o igual no te lleva, pero que la posibilidad esta ahí. Tenemos que aprender a decir que hace mas daño que bien y que sólo te socializa mientras estas bajo sus efectos. Etcétera.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Hermosas manifestaciones.

Se ve que hoy se ha organizado una manifestación estudiantil. He de admitir que no tengo la más absoluta idea de si eso es verdad, y si resulta que si, de las preguntas tan básicas “¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cuándo?”. Si alguien sabe algo no estaría de más que me informase. Pero vamos, yo voy a asumir que si, así que cualquier información llegara tarde. Puesto que el post ya estará colgado.

El caso es que me he encontrado a una chica de mi instituto cuando marchaba, mucha antes de lo adecuado, de clase. Me ha dicho sorprendida que había huelga y que vaya tonto he sido por ir a clase. Bueno, en fin, como le he dicho, no estoy en la educación obligatoria, así que no necesito la excusa de una huelga para marcharme de clase. Además ¿Por qué un alumno necesita irse de clase si esta ahí porque quiere?

No se por qué se ha hecho la huelga. Supongo que es por el hecho de que se quiere convertir a la universidad en algo así como “una maquina de hacer dinero a largo plazo”. Vamos, así como una empresa. Por lo que he oído quieren fomentar mucho las carreras que dan dinero y fomentar (bastante menos todavía) las carreras que dan sólo cultura. También algo hay de hacernos trabajar pagando “con prácticas” o algo así. La nota graciosa es que no ha participado en la elaboración de la ley ningún grupo relacionado con la universidad, pero, si setenta empresarios. Por una parte estoy en desacuerdo, muy en desacuerdo, pero por otra parte, quizás lo empiece a ver lógico. Aunque no es el destino de este post pensar en esa ley.

Lo que quiero pensar, que penséis si eso, en esa alumna que esta alegre porque puede dejar de ir a clase (¡curioso tormento el de esa clase!) porque hay huelga. Primero hay que ser realistas. Una huelga, en estas fechas, no sirve para nada. Me explico: una huelga sirve para hacer daño.. Cuando se hace una huelga general en las fábricas se pierden millones. Pero no se pierde nada cuando los alumnos faltan a clase. No se pierde nada porque las clases forman. No dan dinero. ¡Es mas! Lo quitan. Cuando el Estado “perdería” dinero sería en las huelgas durante la época de exámenes, porque tendría que pagar un curso a todos para que volvamos a poder examinarnos. Pensarlo. Eso es mucho dinero y mucha perdida.

Pero eso no lo podemos hacer (que no digo que tengamos que hacerlo, si no, que no podemos). Porque estamos ante una generación que lo único positivo que ve de una huelga es que no tendrá que ir a clase. Porque le resulta imposible pararse a discutir con sus padres porque quiere negarse a hacer la selectividad. Porque realmente no tiene motivos para negarse, porque no sabe de motivos, ni de ideas, ni de nada.

Seamos realistas, ya no podemos pedir nada a nadie.

miércoles, 30 de abril de 2008

El tambov soviético.

Tambov era una provincia Rusa. Centro de disidentes campesinos hacia el régimen soviético. Los trabajadores de esa zona no entendían porque tenían que entregar su comida al Estado. Porque el Estado no le dejaba consumirla, no intercambiarla, no comerciarla; consumirla.

Ver como tus hijos mueren de hambre al no poder darles el trigo que tu mismo has cultivado tiene que revolucionar (contrarrevolucionar) un poco. Más todavía si se las entrega a un organismo corrupto que las deja pudrirse en los hangares. Pero el Padre Estado Soviético puede con todas las rabietas de sus niños. La orden número 171, de fecha 11 de junio de 1921, de Antonovovseenko y Tujachevsky, aclara perfectamente como fueron pacificados los buenos socialistas campesinos de Tambov.

Orden número uno: Fusilar en el lugar sin juicio a todo ciudadano que se niegue a dar su nombre.

Orden número dos: Las comisiones políticas del distrito tienen el poder de pronunciar contra las aldeas en que están ocultas armas un veredicto para arrestar rehenes y fusilarlos en el caso de que no se entreguen las armas.

Orden número tres: En el caso en que se encuentren armas ocultas, fusilar en el lugar, sin juicio, al hijo mayor de la familia.

Orden número cuatro: La familia que haya ocultado a un bandido en su casa debe ser arrestada y deportada fuera de la provincia, sus bienes confiscados y el hijo mayor de esta familia fusilado sin juicio.

Orden número cinco: Considerar como bandidos a las familias que oculten miembros de la familia de los bandidos y fusilar en el lugar, sin juicio, al hijo mayor de esta familia.

Orden número seis: En el caso de que tenga lugar la huida de la familia de un bandido, repartir sus bienes entre los campesinos fieles al poder soviético y quemar o demoler las casas abandonadas.

Orden número siete: Aplicar la presente orden del día rigurosamente y sin piedad.


Aclaro que bandido era simplemente quien contradecía el pensamiento soviético. O quien hacía cosas en detrimento del régimen soviético (reclamar comida y libertad de expresión, por ejemplo). O quien sencillamente estaba en el lugar equivocado en un momento equivocado por siempre.

Lo siento por todos los comunistas teóricos. Pero…

lunes, 28 de abril de 2008

A lo lírico del aire...

Siete de la tarde, más o menos. Hace calor. De vez en cuando se agradece una brisa que te recorre por la espalda. Estas sentado al borde del lento río. Lo que queda de él. Respiras hondo y empiezas a tocar. El fluir de la música corre por tus labios. Notas el quejido de tu amante que se estremece y arroja acordes de puro placer. La brisa ahora es todavía más placentera. Y quien sabe hacía donde llevara el viento tus notas.

Se siente bien. Se siente tranquilo. Respiras y aspiras al son de una buena música. Lo agradable del asunto es que es tu propia música. Sigues el compás que tu mismo te marcas. Hoy tocas una cosa, ayer otra. Quizás mañana sea un lamento. Quien sabe.

Frunces el ceño cuando das con una combinación que notas que no es la adecuada. No debiste aspirar esa celda. Pero, con todo el tiempo del mundo, vuelves a repetir la melodía buscando el punto perfecto, el pequeño detalle que no llega pero te hace avanzar. A la gente le molesta que te repitas, pero, aquí sólo estas tu, y, a ti no te desagrada. Es tu instrumento, eres tu. Tocarías lo mismo una y otra vez sin cansarte. Pero nunca tocas lo mismo, siempre encuentras un hueco para improvisar. Siempre es distinto. Aunque nadie se de cuenta, tu sabes que siempre es distinto.

Hoy es aquí. Pero podía ser en un garaje. En tu habitación mientras, deberías, estudiar. En un balcón mientras el sol te da en la cara. O durante la noche de un sábado, gozando de un Ménage á Trois con la guitarra de un amigo. En el fondo da igual. Con tocar te basta.

Con tu pequeño homenaje a lo lírico del aire. Te basta.



Esto es un pequeño homenaje a todos los artistas que sienten la música cerca. No es que yo lo sienta como lo describo, pero no estaría de más hacerlo. Instrumentos de cuerda. Seréis los siguientes.

viernes, 25 de abril de 2008

El nunca bien ponderado vínculo.

Me voy a poner la soga al cuello con una afirmación, hacer el favor de no tirar mucho que soy aficionado al respirar. No existe el vínculo materno-filial. Más bien, no existe de una manera inmediata, eterna e imperecedera. Para ahorraros leer el post podría resumirlo todo en la ironía de la frase “los padres no nacen, se hacen”.

Creo que es un tópico que se esta quedando anticuado. En una sociedad que gira cada vez más rápido sobre si misma y el aborto, la adopción, los divorcios express, las dos mamas, los dos papas ya son realidades normales en esta vida. ¿En que nos basamos para afirmar que existe tal vinculo mágico? Antes la respuesta era sencilla, las únicas personas que cuidaban a los hijos eran las mujeres, osease, o tenías un vinculo con tu madre, o no lo tenías con nadie.

¿El vínculo lo tienes por ser mujer o por ser madre biológica? Si es por ser madre biológica constituye un verdadero insulto para las personas que adoptan. Y otra cosa ¿Los hijastros somos menos hijos? Cualquiera que conozca a madres que hayan adoptado o que se han casado con una pareja con hijos, si son buenas madres, pueden constatar por donde se meten el principio ese del vinculo especial del nacimiento. No señores, un padre adoptivo tiene la posibilidad de querer idénticamente igual a un padre biológico. Negar eso es negar la realidad.

¿Igual el vínculo se establece al nacer, cuando te colocan junto a tu madre? Bueno, pues a mi nada mas nacer me colocaron junto a mi abuela, y fue ella quien me llevo durante los primeros momentos de mi vida, lastima de mí, que he perdido el vínculo con mi madre.

¿El vínculo es algo mágico que ocurre sin explicar? No entro en argumentos de fe. Pero como sea eso así vaya putada para las que han tenido que abortar.

Los vínculos familiares se forman con las personas que te aman y te crían. Yo quiero a mi madre y a mi padre, y mi abuela y a mi abuelo, y a mi madrastra y a mi padrastro (que asco de nombres los que terminan en -astro, nunca suenan bien da igual en que frase los emplees). Y puedo afirmar que tengo ese vínculo con mi padrastro, con mis abuelos y con mi madre. Eso es así. Esto no se me puede negar. Y a quien le pique que se rasque.

Que para mí el cacareado vinculo sólo es otro desecho de una vieja mentalidad, que claro, nos condiciona a todos por la educación que hemos recibido. Pero, condicionado o no, me resisto a quitarle el mérito a mi madre, que yo la quiero por todo lo que ha hecho por mí, no por un mágico instante en el nacimiento.

Y que jamás nadie me quite responsabilidades y se las de a la madre sólo por un vinculo inexistente. Y que todos al fin comprendan que madre y padre, son en esencia, lo mismo.

jueves, 24 de abril de 2008

Tyson Kant.

Una de la mañana, tengo examen de filosofía dentro de trece horas. Me dispongo a calzarme los guantes de boxeo para tener un enfrentamiento con Kant. Ese señor tan preciso y minucioso, con el que regulaban la hora en el reloj los de su pueblo ateniéndose a cuando pasaba a comprar el pan, que es capaz de hacerte unas llaves mortales con las que te deja eliminado de la competición en un santiamén.

A los tres asaltos, Kant empieza a hacer juego sucio. Y te ataca con su llave del “noúmeno”. Que no es una bacteria o un hongo como puede parecer. Si no un concepto filosófico. Lo de inventar términos es algo muy del gusto de los filósofos.

En fin, aguanto como puedo el cuarto asalto y me dispongo a consultar con mi profesora, a modo de apuntes redactados, la mejor manera de salvar este obstáculo. Esto es lo que encuentro:

“Y aquí es donde nuestro autor introduce la noción de noúmeno, que él entiende tanto en sentido positivo como negativo. En general, no podemos conocer las cosas como noúmenos, es decir, con la noción de noúmenos; de aquí que Kant señale los límites de la validez objetiva del conocimiento: el concepto de noúmeno hace ver que el conocimiento no puede extenderse a todo lo que el entendimiento piensa”

Y ya esta.

Se suceden varios minutos, unos quince mas o menos, donde yo permanezco con cara de tonto. No se si me explico bien. Me refiero a que pongo una expresión bastante parecida a la que pone el abuson gordo y estupido cuando no consigue pillar el comentario sarcástico e ingenioso del protagonista americano. O Algo así.

Después de ese tiempo, y ante las risas imperiosas de Kant, decido buscar otra persona que me solucione el marrón. Como todos los miembros de mi generación saben, la respuesta sólo puede estar en Internet. Lo busco por la R.A.E y la página arroja el siguiente resultado:

“Aquello que es objeto del conocimiento racional puro”

¿Sólo era eso? ¿Así de fácil?

Muchas gracias sistema, por criar a unos profesores amargados que se esfuercen para explicar de la forma más enrevesada posible para poder vengarse de los alumnos, esos seres puro incordio que estarían mejor en sus casas, que no hacen mas que hablar y hablar sin prestarles atención. Y encima luego están los aplicados, que sugieren que des la clase de forma coherente (¡y no aburrida!), cuando ya deberían saber que tú estas demasiado ocupado odiando a los alumnos incompetentes como para hacerles caso. Que todavía si les hablas te salen con eso de que quieren aprender, no memorizar… ¡insolencia jamás vista!.

Apartir de esto intente remontar la pelea. Pero los consejos de la profesora, odiados apuntes, me distraen con palabras como “suprasensible” “connatural” “pormenorizado” “Concatenación” y hacen que no pueda esquivar ninguno de los ganchos mortales de Kant.

Al final me alcanza en el hígado y caigo K.O. Será mejor que me vaya a la cama. Mañana será otro día.

viernes, 18 de abril de 2008

Amada y nunca bien ponderada SGAE

Mientras navegaba por Internet haciendo zapping entre las páginas (¿Qué queréis? ¿qué estudie? ¡Ja!) Me encontré hace unos días con una serie de artículos que explicaban como la SGAE había demandado al portal de índole anarquista alasbarricadas.org. Hace mucho tiempo que no entro en él, pero mis recuerdos lo definen como un portal donde se promueve la cultura anarquista y la protesta social desde la base del conocimiento previo. En estas últimas décadas cada vez es más difícil formar un trío con anarquista, cultura y conocimiento. Palabras que en la sociedad ya no se llevan bien. Por eso guardo un respeto por esa página y seguramente la apoyaría aunque el motivo de la demanda fuese lógico. Pero es que no lo es, el motivo es una tremenda gilipollez.

Palabra derivada de gilipollas, que según la RAE significa tonto o lelo. Que aquí no se insulta, aquí se define.

La demanda viene de Ramoncin, no voy a decirle fiel marioneta no vaya a ser que me demanden a mi también, porque en el foro de dicha página un tercero hizo comentarios denigrantes sobre su persona. Ramoncin es un individuo que según la wikipedia “es considerado habitualmente como uno de los pioneros del fenómeno punk en España. Fue miembro de la junta directiva de la SGAE”. Y si a eso le añades que era un foro anarquista, que las palabras SGAE y punk se llevan fatal (mucho peor que anarquismo, cultura y conocimiento) y que él se cree que fue realmente un pionero. Podemos entender que cariz llevaban las críticas sobre su persona.

Al caso, que la SGAE ha decidido que ya era hora de sentar bases legales para controlar los contenidos libres de la red. Así que ahora nos impone que seamos responsables de los comentarios de terceros en nuestros foros, y la situación es tan rocambolesca que hasta podía haber sido la SGAE quien hubiese hecho esos comentarios. ¿Por qué no? Si eran anónimos.

Cualquier persona que entienda la mecánica de un foro de expresión libre, donde cada persona es anónima e ilocalizable, puede tomarse esa demanda como una afrenta a su inteligencia. Así de sencillo.

Creo que la SGAE tiene la esperanza de poder eliminar absolutamente todos los mecanismos para la transmisión libre en Internet. Porque con la campaña que lleva haciendo estos años, esta consiguiendo que absolutamente todas las personas queramos piratear, aunque sólo sea por joder. Ya paso con su famoso canon. Gracias a ese simpático impuesto (¡mírale ahí, que mono!) ahora todo el mundo piratea mas, pero muchísimo mas. Ya que total, tenemos la multa y la excusa, vamos a aprovechar.

Así que ya sabéis, piratear, piratear amigos míos. Y nada de poner comentarios diciendo que la SGAE es una panda de ladrones que quieren destruir la cultura para sacarse unos miserables millones. Ni se os ocurra envalentonaros para exclamar que directamente son unos hijos de puta con diploma. Y que nadie los defina como buitres parasitarios de la sociedad.

No vaya a ser que me demanden.

miércoles, 16 de abril de 2008

Bendita escuela.

Me aburre la escuela. Me desespera. Segundo de bachillerato parece el curso ideado para que las universidades no se llenen demasiado. Es un curso opresivo, donde todo se rige por lo que entra en selectividad y la necesidad de aprobar se impone a la de estudiar, y lo que es peor, a la de aprender.

Ni se aprende ni se piensa. Y tampoco vamos predispuestos a ello. Quizás pertenezco a la peor de las generaciones en el ámbito del estudio. Nos lo han puesto todo más fácil pero no nos han motivado lo suficiente para que esto nos importe, nosotros tampoco hemos sabido motivarnos, así que reclamamos más facilidades todavía para pasar del bachillerato a la universidad y de esta a un trabajo. Y con un poco de suerte, hacerlo todo sin aprender nada que no sea específicamente necesario para nuestra profesión. Y de leer un libro o ir al museo ni hablemos.

Y con esta perspectiva la nueva sociedad esta condenada a no llevarse bien.

No por las clases con mesas rotas y pintarrajeadas, con las paredes sucias a juego con el suelo. No porque el adelanto mas puntero que exista sea la tiza. Ni porque en invierno pasemos frío y en verano mucho, mucho calor. No porque los contenidos sean aburridos y cuadriculados. Ya no es porque de los profesores parezca que han nacido quemados y que el único motivo por el que nos aprueban es para no volver a vernos al año siguiente. Cruel destino el del profesor, por cierto, encerrado en una clase, despidiendo con alegría a un alumnado malo para darse cuenta del que viene siempre es peor.

Lo que condena a esta sociedad son las mismas personas que se educan en ella. Decenas de jóvenes ya embrutecidos por un sistema educativo que no incentiva ni el conocimiento ni el ansia de él; que no comprenden los placeres del teatro, el buen cine, ni de la cultura en general. Que se mueven con el alcohol como gasolina y la felicidad de una discoteca abarrotada y llena de humo como meta. Y que piensan que la palabra “solidaridad” es una marca de gominolas.

Y ayer, cuando vi que en medio de la clase un chico le tiraba a un bolígrafo a la cara a una chica. Y esta le gritaba textualmente “como me vuelvas a tirar algo voy y te parto la cara” Para que después media clase empezase a hacer eso del “uuuuuu…”. Y en medio de la clase, cuando la profesora les dijo que se fueran, la primera vez contestaron “no profesora”, la segunda vez “no por favor profesora” y la tercera hicieron como que recogían para que, a la cuarta vez, fingieran no escucharla. Y cuando observe la cara de esa profesora que tuvo que insistir por quinta vez para que se fueran. Esa profesora que perdió 10 minutos de su clase y la atención completa de sus alumnos. Entendí porque debe estar prohibida la posesión de recortadas entre los maestros de escuela.

lunes, 14 de abril de 2008

Revolución humana.

Ocho de la noche de un Sábado. En mitad de la jornada de trabajo en el Bar del cine, la cosa ya cansa. Viene una niña de unos nueve años y me pide palomitas sonriendo, tiene el pelo rubio rizado y un lazo de color azul, a juego con sus ojos. Cosa más mona imposible. El resultado: le atiendo con ganas de darle toda la tienda en chuches. Me despido viéndola como se va trotando hacia sus padres. Me encantan las niñas.

A esto que me giro y todo el personal me mira, encargado incluido, sonriéndome. Vienen las frases: “Boe, si te pellizco sale algodón” “Como si al borreguito de Noir le dieses un baño con Mimosin”. En fin. Cosas de ser una buena persona atrapada en el cuerpo de un seudo troll (¡piropos! ¡piropos! ¡piropos!). La gente no se espera que alguien como yo sea tierno. Y la cosa es que les agrada, que más de uno me ha confesado que le cuesta enfadarse conmigo cuando hago algo mal.

Se me presenta una revolución social que va cogida de la mano de la del feminismo. Por fin un hombre puede ser tierno, le pueden gustar los niños. Incluso puede hablar de ser padre. Se nos permite llorar y si otra persona nos insulta por la calle, podemos marcharnos indiferentes. Esta permitido vestir con rosa (no mucho, que es hortera). Ya no le tenemos que echar huevos a todo y podemos admitir que tenemos miedo a la oscuridad. Y todo sin perder la categoría de hombre. Y por supuesto, sin tener que ser homosexual.

Ya se dijo hace mucho tiempo que a las chicas le gustan sensibles (que no se yo…). Pero es toda una novedad que entre los propios hombres nos aceptemos sensibles tal y como somos. Poco a poco, gracias a personas como yo (¡piropos! ¡piropos! ¡piropos!). Los hombres estamos saliendo de esa cueva primitiva que era el comportamiento masculino “normal” impuesto por el machismo. Y quien se quede dentro, que se joda que entre rocas no se duerme bien.

Así que hombres del mundo, ya se dijo, uníos. Abrazaros libremente y sonreíros. Decirse a la cara los defectos, pero también deciros las virtudes. Que no os importe que te digan que hoy estas guapo y que no os importe decirlo. Que cuando os marchéis a un viaje largo, o cambies de ciudad, que no os importe llorar y decir que os echareis de menos. Y sobre todo, decir te quiero. Que no cuesta tanto. Que dos amigos de la infancia que siguen juntos en la adultez se quieren, y que lo admitan de una vez. Que por decir te quiero no te conviertes en marica. Que la palabra no muerde. Decirse te quiero leñe. Porque queráis o no, os queréis.

Y que todos admitan que valores como la sensibilidad, la sutilidad, el llanto y mil cosas mas no son valores femeninos. Si no valores humanos. Simplemente humanos.

Te quiero Fran. Te invito a una cerveza para celebrarlo.