miércoles, 17 de junio de 2009

Mira mama ¡un impuesto!

He llegado a la conclusión de que si en este blog no se suele comentar debatiendo, porque nunca lo hacéis, aburridos de mis cojones, no es por la falta de interés en los lectores sino porque lo suelo llevar hacia temas poco polémicos y alimento más la defensa que la crítica (¡vaya! autocompasión artística, esto tiene que ser toda una bienvenida a la depresión del veinte cumpleaños) En la red triunfan más los artículos que dicen que las mujeres son inferiores, Zapatero sexy, los maricones unos asquerosos y Aznar el mejor político de la historia. Y es comprensible... yo no podría dejar de comentar ante un post que habla de Aznar, el mejor político de España, denigrando a los maricones y a las mujeres y a la vez considerando en la intimidad a Zapatero sexy.

Pero en la vida todo es reponerse y como no me apetece mucho dejar de justificar conductas e ideas voy ha exculpar una medida polémica: la subida de impuestos propuesta por el PSOE. Y bueno, de tapadillo diré también, no se, que Sabina no escribe las letras que canta.

¿Por qué subir un impuesto? Bien, porque falta dinero, eso claro. Pero ¿Por qué subirlo a la gasolina o al tabaco concretamente? ¿Qué hace que esas materias sean las idóneas para gravarlas en exceso? (En EEUU un litro cuesta 0,56 céntimos, en España 1,06 debido a los impuestos)

La primera consideración se haya en el principio básico de quien soporta el impuesto: la parte más inelastica de la oferta y la demanda. Soportará la carga impositiva aquella parte que tenga necesariamente que comprar el bien. Puesto más fácil y con ejemplo: si subes el impuesto a las manzanas jodes a los agricultores porque su oferta puede ser remplazada por otro alimento, si se los subes al tabaco, como en principio los fumadores tienen que fumar si o si, serán los consumidores quienes tenga que convivir con el nuevo gasto. Y en terminas llanos si perjudicas a la empresa creas paro y si jodes al particular (sobre todo en bienes que afectan a la mayoría de la población) disminuyes la riqueza en general. Esta claro que nadie quiere ahora mismo más paro sin prejuicio de que quitarle dinero de forma directa las compañías petroleras y tabacaleras es cuando menos demasiado atrevido para nuestros políticos.

Esa era la respuesta pragmática. Ahora toda la parte idealista de la mano de otra sencilla cuestión económica: si bien la demanda es inelastica a la corto plazo a largo plazo se va elastizando, la gente deja de fumar, disminuye la dosis, aprende a coger el autobús, se compra una moto y demás. Acorde con esto subir los impuestos a esas materias es estupendo porque fomentas con el tiempo que la población deje de utilizarlas. Y es muy bueno que se deje de utilizar el petroleo, que jode la tierra, y el tabaco, que jode el cuerpo. Difícilmente se podrá encontrar en la economía dos bienes tan innecesarios desde el punto de vista social y estatal, sencillamente, cuando menos se consuman mejor.

En resumido, hay que cargar con impuestos al tabaco y a la gasolina porque lo utilizan muchísimas personas de forma ineludible y es necesario que dejen de hacerlo para el bien colectivo. Sin más.

Y para terminar diré de todas esas personas que consideran que no es de izquierdas subir impuestos que son tan imbéciles como los que piensan que Sabina escribe sus propias canciones.

lunes, 8 de junio de 2009

¿Aniversario?

Ya 60 entradas, con su montón de palabras, pero ¿tenía que haber esperado para ponerme en plan sentimental? Todo indica que no, pues me acabo de dar cuenta de que este blog hace un tiempo que cumplió un año ¡Y ni siquiera me había dado cuenta! Parece que quizás los proyectos sean una de las mejores maneras para robarte tiempo (o hacer que pase más rápido) un día empiezas a escribir de vez en cuando en un blog y, casi casi, a la mañana siguiente ya has escrito una medida de 35.000 palabras que se te han llevado un cacho de tu vida.

Este blog empezó con la pretensión de enseñarme, un poquito, a escribir y de mientras daros a conocer algunas opiniones mías. Con menos entradas de las que me gustaría a la semana esto sigue y la entrada anterior inauguré una sección con la que espero dejar de aprender y empezar a mostrar, para cual se me amontonan los temas por cierto. ¿Pero esto seguiría rodando sin vosotros?

El primero que se me viene a la cabeza es el señor Aresti, la parte en coña de este blog prácticamente. No se si alguien se ha fijado pero ha dejado autenticas perlas en el blog. Me acuerdo de la vez que me curré un artículo de estos sentimentales para cosechar la opinión de que “no me podía haber poseído una princesita, porque ya era una, así que me había poseído un osito rosa princesita” Valió la pena solo por eso. (Por cierto, Aresti, ¡escribe pedazo mamón!)

Después me acuerdo de Shirake, la chica cuando se enteró de que tenía un blog entró para leerselo entero. ¿Oís? Eso si que da satisfacción. Tanta como estar un tiempo sin escribir y que Persefone comente solo para que lo haga.

Y por ultimo Elena, una chica con la que he estado enfadado mucho tiempo y de la cual yo pensaba que me había olvidado. Para enterarme un día de que me leía de vez en cuando en un comentario furtivo.

Supongo que este blog no ha llegado a muchas personas, pero en fín, ha llegado a mis amigos, de los que tengo constancia que me leen de vez en cuando. Y como vosotros sois de lo mejor de este mundo, puedo decir contento que si bien no escribo para la masa,. escribo para la élite.

Gracias a todos.

jueves, 4 de junio de 2009

Populismo, demagogia y demás cosas del querer: Los escoltas de Aznar.

Estrenamos nueva sección con las declaraciones de un miembro del PSOE en respuesta a las pullas que el PP le esta lanzando a Zapatero por su afición por desplazarse en aviones de combate Falcon (que luego decimos del complejo de inferioridad de quien se compra un mercedes...): el expresidente Aznar utiliza del Estado 51 escoltas para garantizar su seguridad. ¡Re dios! Obviamente en vez de levantar la cabeza y responder sin tapujos un “pues si” los políticos se han enfrascado en su cásico debate de sordos. Que si son datos secretos que no se pueden revelar, que si es mentira que están en registro público, que si bla bla bla... a nadie le importa.

Pues ahí donde el PP no logró triunfar yo triunfaré: ¡Pues claro que es completamente normal que tenga tanta defensa! Y antes de que me lleguen las primeras hachas, Shirake contén tu ira, mejor que nos paremos a pensar quien fue este personaje.

Presidente de España por dos legislaturas, desde 1996 a 2004, consiguió en la primera aumentar y marcar modelo hacia la precariedad laboral, creando un 250% de contratos temporales más que la Unión Europea, logro reducir el poder adquisitivo, incrementar los accidentes laborales (42%) privatizar las grandes empresas españolas y que la vivienda aumentase un 28%. Por no olvidar que se salto el tratado de Kioto que el mismo había firmando aumentando las emisiones en un 32%, cosa sin importancia pues manifiesta literalmente que el cambio climático no supone un riesgo, y que inició una negociación con la banda terrorista ETA que fracasó estrepitosamente, cosa que no le impidió exigir responsabilidades a negociadores posteriores.

Pero es en la segunda donde se lució de veras. Aprovechando la mayoría de su partido en las cámaras, con lo que no tuvo que rendir cuentas a nadie, hizo que España entrase en dos guerras: la de Afganistán y la de Irak, esta última bajo la coletilla de las “peligrosas armas de destrucción masiva” que aun están por encontrarse, sin el apoyo del 90% de la población. Ademas durante su gobierno ocurrió la tragedia del Prestige, el mayor desastre ecológico del mundo y el tercero más caro del mundo (¡12.000 millones de dolares!) Que sin embargo provocó reacciones tibias en su partido, centrados como estaban en escurrir el bulto censurando la información y quitandole importancia. Aznar nunca compareció ante el congreso ni ante las playas afectadas. Y por ultimo, y para rizar el rizo, se enfrascó en una pesada y cada vez menos creíble versión de que el atentado del 11-M había sigo originado por ETA (¡años y años diciendolo!) Y que había supuesto el robo de la victoria electoral por manos del PSOE, que según insinuaciones suyas hasta pudiera ser que estuviese metido en el ajo.

Fue y es, en definitiva, miembro del ala más reaccionaria, casposa y radical del PP. Y después de sus mandatos se ha dedicado a dar discursos y a intentar dirigir el partido que ya no preside a través de su asociación la FAES. Mostrandose insoportable para la izquierda y parte de la derecha española.

Y digo yo, en este marco tan bonito por el que se mueve este personaje, ¿De verdad os parecen exagerados 51 escoltas? ¡Si media España le tiene ganas! Desde las bombas que muy a gusto le pondría ETA, hasta los sopapos que le darían los sindicatos, las ONG, las asociaciones feministas, yo mismo, los grupos de extrema izquierda, yo otra vez y hasta algún abuelete de tradición republicana. Por dios, si hasta podría jurar que el nuevo presidente del PP, nuestro querido Mariano Rajoy, se iba a quedar la mar de tranquilo dandole un par de guantazos.

Bien, aclarado el punto de porque necesita tantos, pasemos con la idea de porque se lo tiene que pagar el Estado. Queramos o no, este señor fue presidente de España y todavía representa a un sector de la población, si si, un sector coñazo y a extinguir, pero un sector de pleno derecho. Y por lo tanto merece un respeto, aunque solo sea por la institución que representó o porque fue votado libremente ¿Qué no nos gusto lo que hizo? Pues ahora nos jodemos, porque esta claro que el Estado tiene una responsabilidad con quienes le han gobernado. Y quien quiera utilizar eso como arma, es que no tiene ni puta idea de lo que significa el Estado de Derecho.