He llegado a la conclusión de que si en este blog no se suele comentar debatiendo, porque nunca lo hacéis, aburridos de mis cojones, no es por la falta de interés en los lectores sino porque lo suelo llevar hacia temas poco polémicos y alimento más la defensa que la crítica (¡vaya! autocompasión artística, esto tiene que ser toda una bienvenida a la depresión del veinte cumpleaños) En la red triunfan más los artículos que dicen que las mujeres son inferiores, Zapatero sexy, los maricones unos asquerosos y Aznar el mejor político de la historia. Y es comprensible... yo no podría dejar de comentar ante un post que habla de Aznar, el mejor político de España, denigrando a los maricones y a las mujeres y a la vez considerando en la intimidad a Zapatero sexy.
Pero en la vida todo es reponerse y como no me apetece mucho dejar de justificar conductas e ideas voy ha exculpar una medida polémica: la subida de impuestos propuesta por el PSOE. Y bueno, de tapadillo diré también, no se, que Sabina no escribe las letras que canta.
¿Por qué subir un impuesto? Bien, porque falta dinero, eso claro. Pero ¿Por qué subirlo a la gasolina o al tabaco concretamente? ¿Qué hace que esas materias sean las idóneas para gravarlas en exceso? (En EEUU un litro cuesta 0,56 céntimos, en España 1,06 debido a los impuestos)
La primera consideración se haya en el principio básico de quien soporta el impuesto: la parte más inelastica de la oferta y la demanda. Soportará la carga impositiva aquella parte que tenga necesariamente que comprar el bien. Puesto más fácil y con ejemplo: si subes el impuesto a las manzanas jodes a los agricultores porque su oferta puede ser remplazada por otro alimento, si se los subes al tabaco, como en principio los fumadores tienen que fumar si o si, serán los consumidores quienes tenga que convivir con el nuevo gasto. Y en terminas llanos si perjudicas a la empresa creas paro y si jodes al particular (sobre todo en bienes que afectan a la mayoría de la población) disminuyes la riqueza en general. Esta claro que nadie quiere ahora mismo más paro sin prejuicio de que quitarle dinero de forma directa las compañías petroleras y tabacaleras es cuando menos demasiado atrevido para nuestros políticos.
Esa era la respuesta pragmática. Ahora toda la parte idealista de la mano de otra sencilla cuestión económica: si bien la demanda es inelastica a la corto plazo a largo plazo se va elastizando, la gente deja de fumar, disminuye la dosis, aprende a coger el autobús, se compra una moto y demás. Acorde con esto subir los impuestos a esas materias es estupendo porque fomentas con el tiempo que la población deje de utilizarlas. Y es muy bueno que se deje de utilizar el petroleo, que jode la tierra, y el tabaco, que jode el cuerpo. Difícilmente se podrá encontrar en la economía dos bienes tan innecesarios desde el punto de vista social y estatal, sencillamente, cuando menos se consuman mejor.
En resumido, hay que cargar con impuestos al tabaco y a la gasolina porque lo utilizan muchísimas personas de forma ineludible y es necesario que dejen de hacerlo para el bien colectivo. Sin más.
Y para terminar diré de todas esas personas que consideran que no es de izquierdas subir impuestos que son tan imbéciles como los que piensan que Sabina escribe sus propias canciones.
Pero en la vida todo es reponerse y como no me apetece mucho dejar de justificar conductas e ideas voy ha exculpar una medida polémica: la subida de impuestos propuesta por el PSOE. Y bueno, de tapadillo diré también, no se, que Sabina no escribe las letras que canta.
¿Por qué subir un impuesto? Bien, porque falta dinero, eso claro. Pero ¿Por qué subirlo a la gasolina o al tabaco concretamente? ¿Qué hace que esas materias sean las idóneas para gravarlas en exceso? (En EEUU un litro cuesta 0,56 céntimos, en España 1,06 debido a los impuestos)
La primera consideración se haya en el principio básico de quien soporta el impuesto: la parte más inelastica de la oferta y la demanda. Soportará la carga impositiva aquella parte que tenga necesariamente que comprar el bien. Puesto más fácil y con ejemplo: si subes el impuesto a las manzanas jodes a los agricultores porque su oferta puede ser remplazada por otro alimento, si se los subes al tabaco, como en principio los fumadores tienen que fumar si o si, serán los consumidores quienes tenga que convivir con el nuevo gasto. Y en terminas llanos si perjudicas a la empresa creas paro y si jodes al particular (sobre todo en bienes que afectan a la mayoría de la población) disminuyes la riqueza en general. Esta claro que nadie quiere ahora mismo más paro sin prejuicio de que quitarle dinero de forma directa las compañías petroleras y tabacaleras es cuando menos demasiado atrevido para nuestros políticos.
Esa era la respuesta pragmática. Ahora toda la parte idealista de la mano de otra sencilla cuestión económica: si bien la demanda es inelastica a la corto plazo a largo plazo se va elastizando, la gente deja de fumar, disminuye la dosis, aprende a coger el autobús, se compra una moto y demás. Acorde con esto subir los impuestos a esas materias es estupendo porque fomentas con el tiempo que la población deje de utilizarlas. Y es muy bueno que se deje de utilizar el petroleo, que jode la tierra, y el tabaco, que jode el cuerpo. Difícilmente se podrá encontrar en la economía dos bienes tan innecesarios desde el punto de vista social y estatal, sencillamente, cuando menos se consuman mejor.
En resumido, hay que cargar con impuestos al tabaco y a la gasolina porque lo utilizan muchísimas personas de forma ineludible y es necesario que dejen de hacerlo para el bien colectivo. Sin más.
Y para terminar diré de todas esas personas que consideran que no es de izquierdas subir impuestos que son tan imbéciles como los que piensan que Sabina escribe sus propias canciones.