Hoy no se de que escribir. Entenderme, tengo temas, muchos además. Solo con las olas de xenofobia, que para mi tienen mas de aporofobia (odio al pobre) que de otra cosa, ya podría escribir por lo menos dos semanas. Sin contar con las actuaciones inhumanas y crueles de la junta militar de la antigua Birmania, que en un alarde de buen gobierno, ha negado la ayuda internacional de alimentos y medicinas para su propio pueblo. O si me centro un poco mas en el ámbito Español, podría hablar de la necesaria crisis en el PP para que el partido por fin se defina de derechas, centro, extremos o de a saber qué. Quizás podría hablar del plan del presidente vasco, y si me pongo cachondo, relacionarlo con las teorías filosóficas del estatismo del ser. O llamarle llanamente pesado. Que también.
Pero hoy no me apetece escribir sobre esos temas. Y el problema, que de problema poco tiene porque estáis leyendo la solución, es que aunque no sepa de que escribir quiero hacerlo. Hoy es de esos días en los que sientes que tu blog no puede pasar sin ser actualizado.
Así que no se ¿Que hago? Podría recomendaros algunos blogs, que leo de todo tipo, desde un magnifico e hilarante Randy hasta el interesante, que digo mejor inteligente, porque si no hago un pareado horrible, César. O podría hablaros de webcomics, de la perdida del mío por falta de dibujante, o de la gran calidad de espacios como ¡ehtio! XDcomics o Área 66.
Quizás lo mejor sería hablar un poco de mí. Decir que estoy aprendiendo a tocar la armónica, que ahora mismo debería estar en el gimnasio o que estoy descubriendo la pasión por el cine o el teatro. Podría hablaros de mis sentimientos, un poco sombríos últimamente (amantes de lo Emo, no excitarse, solo es un poco) O comentaros que en breve empezare un nuevo proyecto de blog, ese solo reservado para mis poesías.
Todas esas cosas están muy bien. Pero tampoco estoy de humor para ellas. Así que el panorama se me complica, ya que estoy completamente decidido a hacer un post. Por lo que supongo que tendré que hablar de lo único que se puede hablar en estas situaciones. Tendré que hablar del placer de escribir.
Y si me lo permitís, que seguro que lo haréis, quiero lanzaros un consejo. Escribir. Escribir siempre que queráis. Y procurar hacerlo para todos, aunque no os privéis de escribir solo para vosotros. Escribir aunque no se diga nada, aunque no se consiga expresar nada bonito ni profundo. Escribir por el mero hecho de hacerlo. Porque amigos, el acto de escribir es tan necesario para todos nosotros, que no necesita de nada mas. Ni de conocimiento, ni de estructura, ni de lírica, ni de nada.
Así que aquí me tenéis. Sin haber estrito nada de valor. Pero con la sensación de plenitud que me llega de haber escrito algo. Y si sois inteligentes, que lo sois, hoy tomareis un Word (si abuela, también se puede escribir todavía a mano) y lo llenareis con palabras. No importa que palabras sean. Solo que sean palabras.
No, Perséfone, no vale sólo con poner 750 veces la palabra pene.
Patria y/o muerte
Hace 1 hora
