viernes, 20 de marzo de 2009

Huelga... ¿Para qué?

La huelga es una acción consistente en modificar una actividad o función con el objeto de realizar una presión para obtener un objetivo concreto. Suele presentarse en tres variantes normalmente: dejar de hacer tu actividad, hacerla siguiendo estrictamente todas las medidas impuestas para ralentizar el proceso, y realizarla lo más rápidamente y sin cuidado posible para crear bienes o servicios tremendamente defectuosos (que es la verdadera huelga japonesa). La primera huelga de la que se tiene constancia surgió en una metrópolis de Egipto y en España se legalizó en 1977. La huelga fue uno de los acontecimientos más significativos del siglo pasado y, un poco trágicamente, a día de hoy no tiene la más mínima utilidad social. La globalización ha suprimido el derecho a huelga.

Y es así porque hemos pasado de ser una sociedad donde se explota al marginado a ser una donde directamente se le excluye. Los obreros de hace 80 años eran el sustrato más bajo de la ciudad, pero aunque se situaban en condiciones completamente precarias y eran despreciados por sus dirigentes estos no tenían más remedio que utilizarlo para garantizar su sociedad industrial. El obrero era maltratado y necesitado en la misma medida. Por eso surgieron los huelgas, para cambiar las tornas en una sociedad que no estaba dispuesta a recompensar a la clase en la que se sustenta.

Como ya he dicho, eso es cosa del pasado. La sociedad global en la que nos encontramos se rige por los términos de la exclusión social. Básicamente ahora no todo el mundo es necesario en el sistema, por lo que a quien no lo es, se le puede apartar fácilmente. Por eso las huelgas no tienen la efectividad de antes ya que los patronos no necesitan realmente a los activos que están en huelga. Alguien que renuncia a su trabajo no causa un problema ¡incluso hasta igual da un beneficio en esta sociedad de paro!

¿Como hemos llegado a esa situación tan desfavorecida para el trabajador? Me duele decir que ha sigo gracias a la globalización y no por pocos motivos. Para empezar, ha permito descentralizar completamente todo el trabajo industrial. Antes tenía sentido okupar y gestionar una fabrica de coches ¿pero para qué tomas la fabrica de puertas del modelo n345? ¿A quién le venderías el producto? Más si las demás fabricas que terminan el modelo están en control de la antigua patronal y encima en otros países (la coordinación supranacional de los trabajadores es un chiste bastante amargo)

También hay que tener en cuenta el volumen de las multinacionales. Muchas superan en poder y en renta a los gobiernos y casi todas están en muchos más países de los que podríamos imaginar. Restringir el poder de una empresa en tu país puede suponer que se marche al país vecino. La globalización ha conseguido que los Estados ester incentivados a permitir el descontrol de las multinacionales (¿coordinación entre los países? Como no sea para aumentar los impuestos...)

Y por último, el dato que hace que la globalización pueda imponerse y acabar con la efectividad de la mayor arma que antes tenía el trabajador: la globalización es imparable. Esta aquí y ya no se puede ir. No se puede evitar que Internet exista, ni que sea más barato transportar el material de la India que del pueblo vecino, ni que se puedan controlar los sistemas de riego a 2500 kilómetro de distancia. Esto no hay quien lo pare.

¿Y qué poder se tiene ahora? Es más sencillo de lo que parece: si antes se presionaba no produciendo ahora se debe presionar no consumiendo. La globalización no necesita que trabajes para ella, tú necesitas trabajar para ella. Pero la globalización no puede consumir para ti, necesita que consumas para ella. En un ejemplo para mencionar podría ser de las multinacionales de la música (SGAE cuanto te quiero) que tienen cogidos por los huebos a todos los músicos (sus trabajadores) pero están siendo doblegadas por el poder de decisión de sus consumidores. Solo se necesita encontrar la manera de organizar a las personas para que no consuman determinados elementos hasta que alcancen sus intereses. Algo que no hace falta decir que es mucho más difícil que organizar una huelga.

Y para dentro de unos días, para compensar un “artículo” demasiado largo, haré gala de mi más fina hipocresía y recitare mis alabanzas diarias hacia la globalización. Porque opinar no significa tener criterio.

1 comentario:

  1. Parece ser que tus lectores estan en huelga de comentarios. Yo también, y por ello antes de escribir este comentario de mierda me he asegurado de que no hay liquidos corrosivos cerca del teclado, que tampoco hay electroimanes con la suficiente potencia para interferir en los campos electricos de la maquinaria del ordenador, que hay una temperatura que no supera los 50 grados, que el sol no incide directamente contra la pantalla, que llevo unos zapatos que me aislan completamente del suelo para no hacer de toma de tierra y acabar electrocutado, que no estoy humedo ni en un pantano, que no estoy trabajando sobre ningun dispositivo energizado ni asumo que aunque lo haga esta desconectado aunque este viendo el cable desenchufado, tambien he comprobado que los planos de construccion del edificio tienen todos sus certificados aprobados, que no hay ningun charco de agua al lado de los gremlins que hay en mi armario y por supuesto que en un radio de 100 km's no hay ninguna gaviota ademas de tener gallinas francotiradoras y una docena de los mejores p'r'lit'c's volando para vigilar de que no Dios no decida crear ninguna tormenta electrica que dispare la tension del edificio por encima de los 12 V que puede aguantar el pc.

    Como podés decir que no soy argento che? Sos un pelotudo y no laboraré para usted nunca!

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"La sorpresa es un factor importante en los regalos."