martes, 24 de marzo de 2009

Pragmatismo e hipocresía.

Esta vez toca escribir un artículo político, concretamente sobre la sociedad vasca. Pero tranquilos, antes me meto un tiro que redactar más de dos lineas sobre “las reglas de juego y como hay que respetarlas en la política ”. Madre mía, si yo llegase al poder de gobierno en esa comunidad prohibiría con decreto de ley mencionar “reglas de juego” en cualquier discurso político. “Una vez constituidas las reglas de juego...” “Si las reglas de juego no se respetan...” “Una incongruencia en las reglas de juego...” Por dios, la definición es practica y sencilla pero hay otras maneras de mencionar el sistema político del País Vasco.

En fin, que me pierdo. Decía que voy a hablar sobre el problema político que se ha desarrollado a tenor de las ultimas elecciones, donde el PSE en vez de formar coalición con el PNV esta vez puede optar por pactar con PP para ascender al poder con él. La posibilidad de que ascienda al poder un partido no nacionalista, sustituyendo ademas al PNV con 29 años de gobierno (¿Sabían que la dictadura de Franco, ese régimen que a mi me suena más eterno que las pirámides, sólo duró 6 años más?) ha revolucionado el panorama y fomentado ríos y ríos de tinta hipócrita en los partidos que pugnan por el poder.

A ver señores, el agua clara y el chocolate espeso. Es obvio que en esa región hay un grave conflicto entre nacionalistas y no nacionalistas que diferencia su política con la del resto de regiones (cuatro años de PP, cuatro años de PSOE, aburrimiento de Boeder, cuatro años de PP...) Y que los pactos y el sistema en general van marcados según los conflictos entre esos dos bloques. Allá no se trata de derechas y izquierdas fundamentalmente, sino de otras cuestiones que ellos consideran más importantes. Muestra de ello es que el PSE tiene que pactar o con un partido de derechas (PP) o un partido aún más de derechas (PNV) y nadie parece sorprenderse mucho por ello.

Y lo que no entiendo es que la gente se sorprenda de que el PSE quiera pactar con el PP. Cuando el PNV tenía todas las de ganar hacía lo máximo posible por gobernar con nacionalistas y olvidarse de los que no lo eran y el PSE, obviamente, se tiraba el royo victimista de que había que integrar a toda la sociedad vasca y evitar el conflicto. Ahora que pueden gobernar ellos sin necesidad de los otros normal que se hayan olvidado de la integración y que el PNV abogue por la unión de los vascos criticando que se va a enfrentar a la población entre sí.

Argumentos a favor y en contra de un gobierno no nacionalista en Euskadi hay miles, tantos como los de un gobierno mixto o los que abogan por uno nacionalista. Pero que nadie se sulfure y se sorprenda, que lo que realmente quieren los partidos es gobernar. Y su pragmatismo obvia fácilmente todo argumento.

1 comentario:

"La sorpresa es un factor importante en los regalos."