lunes, 15 de septiembre de 2008

La importancia de lo relativo

Hace varios días la maquina de Dios, titulo nada pretencioso, hacía temblar al mundo en su baile de átomos. ¿A todo el mundo? Mientras que en un extremo de la tierra una vida joven no aguantaba la tensión y se suicidaba; al otro lado, en España, centenas de estudiantes intentaban superar el escollo de la selectividad, ultima oportunidad para empezar con sus carreras sin tener que soportar un año de tediosa improductividad.

Dichos estudiantes, llenos de cafeína, con los nervios a flor de piel e intentando memorizar los últimos puntos básicos de la teoría de ese autor de nombre impronunciable, por el cual no procesaban ningún amor ni interés, pero que tenían estudiar por que caía si o si, poco sabían del peligroso agujero negro que podía consumir sus vidas en un fugaz instante. Esos días se centraban en los exámenes, y sólo en los exámenes. Y si alguno de vosotros hubiese sacado el tema, ante alguien que seguramente no había dormido en gran parte de la noche, seguramente obtendría algo parecido a “pues así nos lleve a todos y a esta selectividad de mierda” Resumiendo: preocupación cero.

Prueba sustanciosa de que, como muchas otras cosas, la importancia es tremendamente relativa. De que los objetos no tienen ninguna cualidad intrínseca, si no que se nutren de la que les da el ser humano que los observa. ¿Era el experimento peligroso? Para unas personas si y para otras no. ¿Es una mujer guapa? ¿Alguien malvado? ¿Ese cuadro es arte?

Esto me recuerda a la historia de aquel comerciante avaro que guardaba todas sus riquezas en una cueva a la que acudía todas las noches. Un día unos ladrones le despojaron de toda su fortuna, pero, esa misma mañana murió de un ataque al corazón con el espíritu calmado y completamente feliz por tener su fortuna guardada. Otra versión de la misma historia, cuenta como su hijo, frustrado por la actitud de su avaricioso padre, le mentía asegurándole que le habían sustraído las riquezas que realmente seguía teniendo. Antes del inevitable ataque, el hombre vivía su último día amargado y profundamente infeliz.

La fortuna no fue lo realmente importante, ni su disponibilidad real. Ese hombre murió feliz o desdichado sólo por las ideas que tenía en la cabeza. La moraleja esta bien clara. No importa lo que te pase en la vida. Si no la importancia que tú le des a ese suceso.

Por lo tanto, dale toda la importancia posible a lo que te haga feliz y procura no darle nada a lo que te hace desgraciado. No te dejes influir por el valor que le da otra persona a algo, fíjate sólo en el que tú le das. E intenta no amargarte en los problemas, pues solo son problemas cuando la falta de solución hace que te tengas que olvidar de ellos.

La moraleja esta bien clara: la importancia es relativa.

2 comentarios:

  1. ¡Chapó! Tantas preocupaciones nos bombardean cada día que obviamente hay que dar preferencia a unas y otras. Las más cercanas e inminentes para nosotros y los de alrededor suelen ser las que ocupan los primeros lugares. Y eso sí hay que sacar de esos primeros puestos que aquella gallina te dejó por un gallo con la cresta mucho mas larga, que el mundo de travian esta lleno de frikis de mierda que algun dia moriran a tus manos, o que tu almohada ha adelgazado y tu fetiche por lo mullido ya no será satisfacido; se debe pensar pues en positivo como que tu fabrica de patatas te hará rico, que el ratoncito perez es un experto ninja redentor de los sin dientes y roba a los ricos para darselo a los pobres, o simplemente que todo aquello cuanto sufras te dará la satisfaccion que hoy nuestro bloggero tiene. [mis felicitaciones por tu aprobado ;)]

    Por ultimo hacer una loa a tus entradas y sobre todo esta, ya que con mucho acierto consigues llevar tus pensamientos a situaciones que hoy te acaecen y a la actualidad de derredor.

    Ciao ciao

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  2. Toda una pena que no se puedan nombrar comentalistas estrella señor Aresti, toda una pena.

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"La sorpresa es un factor importante en los regalos."