miércoles, 11 de junio de 2008

The Rocky Horror Picture Show

Cuatro reglas básicas, de esas que hay que saber antes de entrar. Sencillas.

1.Deja a tu sobrino de 6 años y a tu abuela de 85 en casa.
2.A los que nunca han asistido al show se les llama vírgenes.
3.Deja la pose, tu papel social y tus prejuicios en la entrada, y atrévete.
4.Si te sientes raro, habrá siempre alguien más raro que tú a tu lado y recuerda… no sueñes con ser, sé.

Nada que objetar. Quizás me quejaría si tuviese 85 años, pero como no es el caso, no lo hago. Reglas dignas de estar en la entrada de todos los espectáculos.

Estas entrando en “The Rocky Horror Picture Show”. Espectáculo en film solo acto para gente un poco más original que los demás. Que diría friki, pero vaya desgracia habéis hecho con ese termino (que yo no ¿eh? Que yo soy de los últimos de la vieja escuela. Sin ego ni nada). Prepárate para sonreír, gritar, silbar, bailar (para el resto de tu vida, ese baile no se puede olvidar), reír y hacer cosas, que si no estas acostumbrado, te harán despertarte sonriendo, chocándote la frente y pensando un “vaya friki estoy hecho, dios mío”.

He de admitir que el rollo participativo me pillo por sorpresa. Y tarde en adaptarme al tema unos diez minutos ¡que demasiado fue! Pero para sorpresa de mis acompañantes cuando llegó la pistola de agua (una tormenta en una película ya nunca será lo mismo sin una pistola cargada de agua y mala leche) ya estaba bastante metido en la situación. Que uno era virgen (no como mis amistades, que cometieron la desfachatez de ver la película primero en sus casas) pero no tonto. Pero vamos, que tampoco era muy difícil meterse en el ambiente.

Y apartir de ahí, solo es recordar una sucesión de minutos fantásticos junto a guantes de goma, pan tostado, bolsas de confeti, un sombrero de cumpleaños que me puse demasiado pronto, cascabeles y una sucesión de cartas lanzadas al aire. Y el baile, oh, el baile. Ese gran baile. Nunca un movimiento pélvico pudo llegar a ser tan divertido.

Y es que la vida es mucho más placentera cuando te atreves con espectáculos y vivencias que se salen un poco de lo normal. Que ya sabéis amigos, las cervezas y el bar siempre están ahí. Y los grupos de rock vuelven todos los años. Por no hablar de los policías para joderte el botellón. Pero cosas como esta pasan pocas veces. Así que hay que aprovecharlas. No vaya a ser que nos muramos con la sensación de haber vivido la vida sin experiencias que nos diferencias un poco de los demás.

Y para terminar, debido a que más que un artículo esto ha sido una sucesión de halagos hacia un espectáculo, he de imponer una regla más. Porque, previniendo que os habéis interesado por lo narrado, tendré que decir que:

5.Está totalmente prohibido “disfrutar” del espectáculo en tu casa, solo y sin los exigidos objetos de la obra.

2 comentarios:

  1. Que sepas que siento una gran envidia.

    ResponderEliminar
  2. Pequeño,tu eres demasiado intenso porque, sin preliminares ni haber aprendido a masturbarte, directamente pierdes tu virginidad a manos de Frank'n'Further. La norma extra por excelencia debería ser que, dado que se trata de un show interactivo, cuando los personajes se quitan la ropa TU deberias hacer lo propio. Tu mirada de "pues vaya" no me afecta, sabes que esa regla debería ser la 5º y mola!
    Efetivamente, esto no es un artículo, es el resultado de que te fueras a tu casa bailando...

    ResponderEliminar

"La sorpresa es un factor importante en los regalos."