martes, 18 de agosto de 2009

Aborto para unos. Banderitas americanas para otros.

Un artículo de la ABC y la entrada de una conocida que al parecer disfruta plenamente de cuidar a niños con graves deficiencias físico-psíquicas me ha hecho volver a darle vueltas al tema del aborto. No se si sirve de algo plasmarlo (este debe de ser el tema más tratado de la red) pero el caso es que me parece curioso la manera que tienen algunos de disfrazar de medidas progresistas todas las relacionadas con el aborto. Cuando antes, más fácil y más se pueda abortar mejor para la sociedad.

No quiero pararme en el argumento de que lo verdaderamente progresista sería que las parejas tuviesen la opción de decidir sin presiones económicas y sociales si tener el hijo o no (con las opciones del aborto accesible o el recibimiento de verdaderas ayudas económicas si se decide tenerlo) porque no quiero referirme al aborto común, ese que se da cuando los padres no se sienten preparados. El que me preocupa de verdad es el aborto que se da al detectarse que el futuro descendiente contará con una tara genética.

Hoy en día, según el susodicho artículo del ABC, solo el 10% de los niños con Síndrome de Down pasan su etapa de naciturus. Con un porcentaje tan pequeño y la certeza de que se verá seriamente disminuido con el paso del tiempo no hay que ser un gran estadística para deducir que nuestra progresista sociedad habrá conseguido eliminar el problema de adaptación de las personas con ese síndrome en el plazo de una generación, aunque de una forma que quizás no sea demasiado agradable.

Y con esa visión seguimos, pues el artículo sigue diciendo que no sólo se abortan hijos con síndromes graves: los privados de un sentido genéticamente, los que van a nacer con medio brazo o con el pie zambo son, aunque en menor medida, también rechazados.

Y al final nos damos cuenta de que es perfectamente legal abortar sistemáticamente al hijo hasta que te salga alto, rubio y con ojos azules. Y no se como tomarme eso, ni se me ocurre una solución ética, social o jurídica; por supuesto tampoco puedo rebatir el argumento de “ya que se va a hacer al menos que se haga en hospitales y controlado por la ley” Pero aun así me desagrada la idea, me da la sensación de que en vez de tomar el camino de la integración social solo promovemos un atajo fácil. Todo me recuerda demasiado a la idea nazi de depurar la nación

Ellos quisieron “mejorarse” según la raza, la religión y la ideología. Nosotros lo hacemos basandonos en la perfección genética del feto. ¿Me apetecería criar un hijo con taras? No. ¿Me tentaría la opción del aborto? Muchísimo. ¿Es eso correcto? No lo se, pero me da mal rollo.

1 comentario:

  1. Todos preferimos un niño sano a un niño con algún defecto, y ahora que tenemos una buena escusa para ser selectivos la utilizamos como otras muchas escusas.

    La norma se puso para proteger, pero tiene demasiados vacíos morales. En los demás campos va bien; por ejemplo, así el Estado se ahorra una pasta en ayudas sociales si el niño sale con algún defecto. Pero lo que acabo de decir me da mal rollo. Y es que como tú dices, ese planteamiento da mal rollo.

    Me alegra que hayas actualizado, ya tocaba! :P

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"La sorpresa es un factor importante en los regalos."